Pantalones ‘anti-violación’: Diseñadora que sufrió acoso callejero creó esta prenda

La diseñadora alemana Sandra Seilz, que una vez escapó de milagro del ataque de un violador, ha presentado unos innovadores pantalones para ayudar a evitar los intentos de violación.

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La diseñadora alemana Sandra Seilz, que una vez escapó de milagro del ataque de un violador, ha presentado unos innovadores pantalones para ayudar a evitar los intentos de violación.

Sandra Seilz, ha creado una marca de ropa, Safe Shorts, para ayudar a evitar los intentos de violación.

La creación de la diseñadora alemana comenzó siendo un proyecto personal después de que tres hombres la atacasen cuando salía a correr, sin embargo, ahora es una realidad.

 

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La línea de ropa presenta dos tipos de prendas pensadas para salir a hacer deporte. Un culotte, que tiene el precio de 89 euros, para colocar debajo de las mallas de running, y unos shorts, que cuestan 149 euros, para salir a correr.

Dichas prendas están realizadas en un material que resiste cortes y rasgaduras.  Además, incluyen un candado y una alarma.

 

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Los pantalones están sujetos con un cordón que no se puede cortar y que se coloca en la cintura o área pélvica, dependiendo de la ropa interior que lleve la mujer.

Luego se asegura con un candado codificado.  Si alguien tratase de alterar el candado suena una alarma de 140 decibelios.

 

 

Sandra Seilz comentó que "en los intentos de violación no existe nada que te garantice una seguridad al 100%, pero estos shorts son un paso en la dirección correcta".

La diseñadora recordó la terrible agresión de la cual fue víctima. "Uno trató de bajarme los pantalones, mientras el segundo me agarraba y el tercero intentaba violarme. Por suerte, apareció un hombre con un perro y los tres sujetos huyeron".

 

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Las mayores demandas que recibe Safe Shorts son de países como Suecia, Noruega, España, Estados Unidos y Australia.

 

 

La diseñadora comenta que ha recibido muchas peticiones desde Sudamérica, India y Asia, pero que el precio de las prendas es demasiado alto para ellos.

Para solventar este problema, ha trasladado la producción desde la República Checa a la India, para abaratar costes del producto y que sea más accesible para las mujeres, especialmente en lugares donde las tasas de violación son altas.