Por: Amelia Supo • Whatthegirl.com

¿El primer amor no se olvida?

Es normal no poder olvidarse de ese primer amor que te marcó en la vida.

¿El primer amor no se olvida?. Foto: Freepik
¿El primer amor no se olvida?. Foto: Freepik

Es normal no poder olvidarse de ese primer amor que te marcó en la vida.

El no poder olvidar a tu primer amor parece imposible y puede sonar como algo romántico, sin embargo, la psicología nos dice que se trata de un proceso complejo químico y la manera en como tu cerebro trabaja los temas del amor.

Helen Fisher, antropóloga de la Universidad de Rutgers, luego de realizar un gran estudio sobre el amor, concluyó que cuesta borrarlo de la memoria al ser la primera experiencia en la que sentimos todas esas emociones tan fuertes. Al final todo se reduce a una cascada de hormonas que rompe en nuestro organismo y provoca esas sensaciones tan intensas.

De acuerdo con los estudios realizados, la época cuando conocemos al “primer amor”, que suele darse en la adolescencia o en la adultez temprana, es cuando todavía no están desarrolladas al 100 por ciento las partes lógicas del cerebro, pero si cuando las hormonas corporales están al tope.

Esto significa que todas las hormonas que libera tu cuerpo cuando te enamoras causan un enorme impacto en ti, casi al llegar a un estado eufórico. Y es justamente una de las hormonas que se libera cuando te enamoras es la oxitocina, que también es la responsable de crear vínculos afectivos muy fuertes.

Se puede llegar a la conclusión de que no olvidamos ese primer amor debido a que no desaparece fácilmente el rastro que dejan hormonas como la dopamina o serotonina en nuestro organismo y sistema nervioso después de su gran combustión.

Según la antropóloga, existe una zona del cerebro que se activa cuando nos enamoramos por primera vez y que no corresponde ni a nuestro lado más lógico y racional ni tampoco a nuestra parte más emocional.

Se trata del Área Ventral Tegmental, donde se encuentran otras reacciones físicas como el hambre, la sed, el impulso de buscar refugio y también el impulso creativo. Y también donde se encuentra nuestra necesidad de reproducirnos.

“Tenemos una red de células que se disparan al unísono para brindarnos una experiencia consciente de recordar, ya que aprendemos a través del placer y del dolor según las cosas buenas que queremos repetir y las cosas malas que queremos evitar”, asegura Catherine Loveday, profesora del Centro de Ciencias Psicológicas de la Universidad de Westminster.

Esto puede hacer que muchas personas se queden atascadas en ese recuerdo, siendo incapaces de recuperar esas sensaciones que sintió por primera vez. “La misma química que permite el primer amor es probablemente la misma que necesitamos para superar el trauma”, asegura Sue Carter, neurobióloga del instituto Kinsey.