Por: Amelia Supo • Whatthegirl.com

¿Cómo ganarle al estrés cambiando tus hábitos alimenticios?

La inflamación, la pesadez y el cansancio son síntomas relacionados con la mala digestión provocada por el estrés.

Cómo ganarle al estrés cambiando tus hábitos alimenticios. Foto: Freepik
Cómo ganarle al estrés cambiando tus hábitos alimenticios. Foto: Freepik

La inflamación, la pesadez y el cansancio son síntomas relacionados con la mala digestión provocada por el estrés.

Para la mayoría, el estrés ya es algo normal y lo han adoptado como parte de su vida. Es necesario que conozcamos las causas y lo síntomas para poder ganarle la batalla. Vivir estresada es algo tan normalizado que quien lo padece ya ni siquiera lo nota y se acostumbra a vivir con las consecuencias que tiene en la rutina y la salud.

Existen dos niveles en los que el estrés impacta directamente en el cuerpo. Uno de ellos es el emocional o psicológico y el otro es el físico. Es necesario identificar el problema para poder actuar y mejorar en cualquiera de los dos niveles.

Muchas veces lo que te causa estrés es algo que tiene solución sencilla, y si no es el caso, debes enfocarte en resolver los síntomas que se presentan. Puedes hacerlo de varias maneras, las más efectivas son las que tienen que ver con hábitos.

Hábitos saludables que pueden mejorar tu digestión:

Buena respiración. El respirar correctamente estimula los órganos abdominales y ayuda a mejorar la digestión ya que el estómago recibe mayor cantidad de oxígeno y por lo tanto, su funcionamiento es más eficaz.

Busca la postura correcta. Sentarse y caminar con la espalda recta y el abdomen ligeramente contraído es un buen hábito de postura y ayuda a eliminar el vientre abultado por la mala digestión y a prevenir dolores.

Evitar renegar. El estrés, la ansiedad, la emoción y los nervios se sienten directamente en el estómago, lo que causa una mala digestión. Evita comer inmediatamente después de renegar y tampoco te enojes mientras comes. Los alimentos deben ser tomados con tranquilidad.

Mantente en movimiento. El yoga y el pilates son las actividades físicas más efectivas para mejorar la digestión ya que trabajan con el abdomen hacia adentro. Lo que ayuda a activar el intestino y coopera en su limpieza.