Por: Alannis Castañeda • Whatthegirl.com

La superbacteria que causa infecciones del tracto urinario, neumonías, sepsis y diversas infecciones

¡Alerta! Los especialistas advierten que esta bacteria resiste la mayor parte de antibióticos.

Actualización
Klebsiella: La superbacteria resistente a los antibióticos. Foto: Shutterstock
Klebsiella: La superbacteria resistente a los antibióticos. Foto: Shutterstock

¡Alerta! Los especialistas advierten que esta bacteria resiste la mayor parte de antibióticos.

Los hospitales son un gran nido de bacterias y un número de pacientes ingresados se contagian de una bacteria externa a su enfermedad al momento de ingresar al centro sanitario, un de ellas es la peligrosa Klebsiella. De seguro que conoces algún caso relacionado a este tema.

Según un estudio (Tackling Drug - Resistant Infections Globally) realizado por el Gobierno de Reino Unido y compartido por la Organización Panamericana de Salud (OPS), “las infecciones intrahospitalarias provocan la muerte de 700.000 personas por año en el mundo y se estima que, si no se toman medidas, en 2050 la cantidad aumentará a 10 millones de personas”.

¿Qué es la Klebsiella?

La Klebsiella es una bacteria que se encuentra en el intestino humano, donde tienen una función en la digestión y contribuyen a proteger al cuerpo contra microbios perjudiciales.

Estas bacterias pueden representar un grave riesgo para nuestra salud fuera de nuestro intestino. Si llegan a otras áreas del cuerpo, pueden provocar diferentes infecciones como neumonía, septicemia, infecciones en heridas y del tracto urinario, algunas de las cuales podrían llegar a ser mortales si no son adecuadamente tratadas. La resistencia a muchos antibióticos de Klebsiella representa un desafío significativo, lo que dificulta su tratamiento eficaz.

Usualmente, estas bacterias se transmiten a través del contacto con la piel, mucosas, heces, heridas u orina de personas infectadas. También, se pueden transmitir al entrar en contacto con materiales contaminados como catéteres, sondas, equipos de ventilación asistida o superficies en quirófanos, lo cual lo hace sumamente peligroso.

Por otro lado, Adrián Morales, vicepresidente de la Sociedad Argentina de Infectología, en entrevista a Infobae: “Hay un sobreuso de los antibióticos que se ha realizado durante los últimos años. Se debe evitar la automedicación. Se deben usar correctamente los medicamentos: solo cuando los indiquen los profesionales de la salud”.

¿Cuáles son los síntomas de una infección por Klebsiella?

Los síntomas de la bacteria KPC son: fiebre, dificultad para respirar, neumonía, aumento de presión cardiaca, infección urinaria durante el embarazo y presión baja.

Los pacientes que sufren una infección severa de la bacteria Klebsiella podrían experimentar síntomas adicionales aparte de los ya mencionados. La sepsis, que es una complicación común en casos graves de infección por Klebsiella, se manifiesta como inflamación generalizada. La sepsis es una reacción inmunológica extrema del organismo ante la infección, lo que puede desencadenar una serie de consecuencias negativas, como la disfunción de órganos y el fallo multiorgánico.

¿Cómo tratar la KPC?

La detección de la infección por Klebsiella se lleva a cabo mediante un antibiograma, que es una prueba microbiológica para evaluar la sensibilidad o resistencia de la bacteria a varios antibióticos. Amigas, es crucial realizar el antibiograma ante la resistencia de KPC a múltiples antibióticos, ya que permite elegir el tratamiento más eficaz y evitar el uso incorrecto de antibióticos para prevenir la resistencia bacteriana.

Tratamiento de la KPC

Normalmente, el tratamiento para la infección por Klebsiella pneumoniae carbapenemasa (KPC) se lleva a cabo en un centro médico especializado con antibióticos intravenosos. Dado que esta bacteria es resistente a la mayoría de los antibióticos, podría ser necesario realizar pruebas de sangre para identificar el tratamiento más eficaz o las combinaciones adecuadas de antibióticos.

Mientras el paciente está hospitalizado, es importante que se encuentre en una habitación aislada para prevenir la propagación de la infección a otras personas. Es necesario usar ropa apropiada, así como máscaras y guantes al entrar en contacto con el paciente infectado para reducir la posibilidad de contagio.