26 años de “Friends”: Teoría explica por qué los padres de Mónica eran malos con ella

El 22 de setiembre de 1994 se estrenaba por la señal de NBC “Friends”, la serie que se convertiría en una de las mejores de la televisión estadounidense que sigue vigente hasta nuestros días gracias a su llegada a plataformas digitales como Netflix y HBO Max.

La creación de Marta Kauffman y David Crane, nos trajo las locas aventuras de un grupo de seis amigos: Chandler Bing, Phoebe Buffay, Monica Geller, Ross Geller, Rachel Green y Joey Tribbiani, quienes poco a poco enfrentan los desafíos del mundo adulto en Manhattan, Nueva York.

A lo largo de las 10 temporadas de la serie, vimos a muchos actores invitados desfilar por el departamento de Mónica principalmente, como lo fueron sus padres, Judy y Jack Geller, que se convirtieron en invitados asiduos a la sitcom.

Los Geller, interpretados por Elliot Gould y Christina Pickles, tenían un papel muy bien marcado por el favoritismo hacia Ross, pues a él lo pintaban como el niño dorado y muy bien educado, mientras que a Mónica le criticaban cada decisión que tomaba.

La primera vez que vimos a los padres de Mónica y Ross, fue cuando el paleontólogo estaba a punto de convertirse en padre en el episodio llamado “El del sonograma al final”. Fue desde ese momento que supimos que ellos tenían cierta inclinación hacia el Ross, pues lanzaban comentarios bastante desafortunados hacia su hija.

Según se compartió en el portal “Screerant”, Judy Geller era mala con su hija debido a que ella pudo ser fruto de una aventura, sin embargo, existen otras que explicarían las verdaderas razones del comportamiento de la madre de Mónica.

En un capítulo de la serie, Judy le contó a Mónica sobre cómo su madre, Althea, había criticado cada cosa que ella hacía y sin darse cuenta, repitió los mismos hábitos con Mónica. A diferencia de su madre y su abuela, la chef decidió tratar de forma diferente a los demás, especialmente a sus seres queridos.

Esta también habría sido la razón por la que Mónica se volvió más independiente y no tenía que pedir la autorización de sus padres en todos los aspectos de su vida.

A pesar de que esto puede ser posible, lo cierto es que Mónica se volvió la mamá de los pollitos en muchas ocasiones, por lo que el personaje de Courteney Cox sigue siendo muy querido por sus fans.