Por: Inés Amarelo (EFE) • Whatthegirl.com

Documental mexicano “Familia de medianoche” se estrena este 6 de marzo

Documental "Familia de medianoche" remarca el quiebre de la asistencia sanitaria en México

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Documental "Familia de medianoche" remarca el quiebre de la asistencia sanitaria en México

(EFE).- El documental "Familia de medianoche", que se estrenará el próximo 6 de marzo en los cines, refleja, a través de las vivencias de una familia que tiene un vehículo sanitario privado, la dura realidad de la escasez de ambulancias oficiales en Ciudad de México.

"(La familia) me invitó a ver una noche de trabajo y en esa primera noche vi un mundo increíble de ambulancias privadas que están llegando a accidentes donde el gobierno no está llegando. Me surgieron muchas preguntas éticas pero lo que vi fue una familia intentando sobrevivir y personas en accidente intentando sobrevivir", explicó el director de la cinta, el estadounidense Luke Lorentzen, en entrevista con Efe.

La familia Ochoa tiene una ambulancia privada en Ciudad de México y cada noche salen a la céntrica colonia Condesa para atender pacientes que necesitan ayuda urgente, compitiendo con otros vehículos de emergencia y llenando el vacío que el gobierno, con tan solo 46 ambulancias (según Lorentzen) que tardan horas en llegar, no puede cubrir.

"Aunque es bueno porque ayudamos a personas, existimos por una cruel realidad. El trabajo se delega en nosotros porque no lo asume el gobierno. Ayudamos y nos sentimos orgullosos por esa parte, nos sentimos satisfechos porque conocemos la realidad. No sentimos que nos aprovechemos de la situación porque si no trabajamos, esto sería peor", detalló Juan Ochoa, miembro de la familia y protagonista del documental.

Y es que estas ambulancias actúan en la mayoría de los casos sin licencia y en acuerdo con las clínicas privadas, situación motivada por la necesidad perenne de ayuda en casos de accidentes y que Lorentzen descubrió por la curiosidad de subirse al vehículo en un momento de su vida en el que estaba trabajando en un proyecto relacionado con la movilidad en Ciudad de México

Una realidad que muy poca gente conoce, llegará a la gran pantalla tras haber recorrido más de 140 festivales de cine por todo el mundo, como fruto de un encuentro casual del director, que vivía en la afamada colonia Condesa, y la familia, que estaba parada tras haber atendido una emergencia.

"Conocí a la familia en frente de mi casa. Los Ochoa estaban trabajando y vi a Josué -uno de los hijos, de 8 años- jugando fútbol prácticamente dentro de la ambulancia", detalló Lorentzen sobre esta situación que logró plasmar en la cinta, ya que colocó escenas en las que todos comen, hablan o bromean dentro del vehículo que es su herramienta de trabajo.

Después de tres años de convivencia, etapa de la que las tres últimas semanas sirvieron para obtener "el 75 % de las imágenes que salen en la película final", el director estadounidense ya es uno más para la familia, formada por el padre Fernando y los hijos Fernando Jr, Juan Alexis y Josué.

"Veníamos a atender a una persona, (Lorentzen) se acercó y nos comentó si podía grabar algo de nuestro trabajo. Nos pareció bien porque conocemos la situación de las ineficiencias en México. Nos pareció excelente idea reflejar eso y la vida de un paramédico", explicó a Efe Juan Ochoa.

EL INALTERABLE SONIDO DE LA SIRENA

Para Juan y su padre Fernando, la ciudadanía capitalina debería ir un poco más allá de lo que ven y pensar que hay detrás de la sirena (torreta de emergencia) de una ambulancia puede estar la vida de una persona, por lo que el documental puede funcionar como una herramienta para generar conciencia.

Después de ver la película "nunca volverás a escuchar igual una sirena", aseguró el director.

Otro de los problemas para la familia es que muchos de los pacientes se niegan a pagarle tras haber recurrido a sus servicios, porque los Ochoa siempre atienden primero la emergencia y después explican que tienen que cobrar por sus servicios.

"No podemos obligar a la gente a pagarnos pero tratamos de generarles conciencia con nuestros actos y nuestras expresiones. Hay gente que no lo entiende y gente que sí, y gracias a la que entiende puede subsistir esta empresa", explicó Juan Ochoa, quien en una ocasión trabajó una semana sin que nadie le pagase y pensó en abandonar su oficio.

"Hubo gente que me dio esperanzas para seguir con esto", añadió, ya que en ocasiones los hospitales privados pagan una ayuda para el material utilizado y algunas personas les explican, sinceramente, que no tienen dinero pero les dan lo que pueden.

A pesar de ser un historia tan específica, contada de manera tan cruda (sin música, sin entrevistas) -precisamente por eso-, la película se vuelve universal al ser vista por el espectador.

"A través de una familia y una ambulancia puedes explorar una ciudad y un sistema de salud. Hay otra versión de la película con entrevistas de personas que trabajan en hospitales, entre otras, pero creo que se perderían las emociones que siente la familia Ochoa. Es la historia de una familia luchando por sobrevivir y, de alguna manera, los temas de salud vienen después", especificó Lorentzen.

La empresa la empezó Fernando Ochoa, el padre de la familia, después de haberse formado en la Cruz Roja y trabajado como paramédico en otras instituciones, cuando tuvo sus hijos y se dio cuenta de que para el sería positivo hacer un negocio familiar en lugar de trabajar para una empresa, explicó a Efe.

A día de hoy los hijos, formados como técnicos en urgencias médicas, continúan, con emociones tan opuestas como la vocación y la desesperanza, dedicándose a este negocio que forma parte de un escenario desconocido y desolador en la Ciudad de México, donde nueve millones de habitantes se reparten las menos de 50 ambulancias que los servicios públicos ofrecen. EFE

 

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