Perros o gatos: ¿Qué animal es más inteligente? Esto es lo que ha confirmado la ciencia recientemente
¿Tienes perros o gatitos en casa? La ciencia ha revelado la realidad sobre la inteligencia entre ambos animales.

¿Tienes perros o gatitos en casa? La ciencia ha revelado la realidad sobre la inteligencia entre ambos animales.
¿Con un perro o gato en casa? La realidad de los últimos años evidencia un alto crecimiento de personas que adoptan gatos o perros. Esto ha supuesto una intriga entre millones de dueños que revisan las actitudes entre ambos animales y no conocen cuál de los dos tiene un cerebro mayor desarrollado.
Mientras que los perros son admirados por su capacidad de aprender trucos y seguir órdenes, los gatos se destacan por su astucia e independencia. Pero, ¿qué dice la ciencia sobre esta rivalidad?
Cuando se trata de comparar la inteligencia entre perros y gatos, lo primero que se puede observar es la diferencia en el tamaño y estructura de sus cerebros. Un estudio realizado en 2017 por la Universidad de Vanderbilt reveló que los perros tienen más neuronas en la corteza cerebral que los gatos.
La corteza cerebral está asociada con el procesamiento de información y la toma de decisiones, lo que sugiere que los perros tienen una mayor capacidad para realizar tareas complejas.
Con aproximadamente 530 millones de neuronas, los perros tienen un cerebro más grande y, según estos datos, podrían estar mejor equipados para procesar información y tomar decisiones en situaciones que requieren cooperación.
Por otro lado, los gatos cuentan con cerca de 250 millones de neuronas en la misma región del cerebro. Pero, ¿esto significa que los gatos son menos inteligentes? Aunque los gatos tienen menos neuronas que los perros, esto no los convierte en menos inteligentes. De hecho, los gatos tienen una inteligencia diferente, más adaptada a su naturaleza independiente.
Este tipo de inteligencia muestra que los gatos son increíblemente astutos y capaces de adaptarse a nuevas situaciones rápidamente. Su independencia los convierte en expertos en el arte de resolver problemas por sí mismos, lo que los hace destacar en un tipo de inteligencia que los perros, por su naturaleza más social, no necesitan desarrollar de la misma manera.
Es así, que para conocer si los perros o los gatos son más inteligentes no hay una respuesta definitiva. Ambos animales tienen formas diferentes de inteligencia adaptadas a sus estilos de vida. Los perros sobresalen en tareas que requieren interacción y aprendizaje colaborativo, mientras que los gatos se destacan por su habilidad para resolver problemas de manera independiente y adaptarse rápidamente a su entorno.