Jóvenes crean sorbete (pajita) para evitar ser dopadas en fiestas

No es un secreto a voces que lo fines de semana son la excusa perfecta para que podamos salir a pasar un buen rato o divertirnos con nuestros amigos. Sin embargo, el acudir a un lugar público como las discotecas nos exponen a ciertos peligros a los cuales muchas veces tratamos de hacer caso omiso, con el pensamiento de que no pasará nada.

Pues, mentira. En los últimos años los casos de dopaje en jóvenes como nosotras – solo por decir en su mayoría- han sido mucho más conocidos. El motivo real es que las bebidas que solemos consumir pueden estar contenidas de drogas, haciendo la tarea más fácil para los hombres, que buscan abusar de nuestra confianza.

Tal es el caso, que normalmente nosotras utilizamos los sorbetes como el complemento perfecto para poder acompañar el trago, que si bien más que algo productivo en consumo, es complementario para ingerir, han hecho que tres jóvenes tomen de esta medida la solución a nuestros problemas.

Estas jóvenes diseñaron un sorbete, presta atención, capaz de detectar si nuestra bebida contiene drogas. Los nombres de las protagonistas; Victoria Rosa, Susana Capello y Carolina Baigorri, le sacaron el jugo a sus clases de química en la Escuela Preparatoria Guillier en Miami, para tomar este invento bastante ingenioso.

El experimento social puede ser capaz de detectar rastros de ácido gamma-hidroxibutírico, ketamina, entre otros; que normalmente son las drogas más comunes para intentar alterar la bebida que tenemos en mano. No obstante, el sorbete todavía está en modo de prueba, siendo su venta bastante próxima.

¿Cómo funciona la pajilla anti dopaje?

El uso parece ser bastante sencillo, ya que el sorbete se introduce en el trago y si este cambia –en la punta- a color azul, te dirá efectivamente si fue modificado.

¿Fácil no Pues, sí, solo sería cuestión de tiempo para que esta pueda recibir su total aprobación a nivel mundial, siendo una de las grandes opciones que valga verdades puede terminar de salvar un sinnúmero de vidas, considerando que las mujeres que estamos expuestas variamos entre las edades de 16 a 24 años de edad.

Esto no quiere decir que excluir a las demás sea una respuesta inteligente, pero lo cierto es que en gran parte de número, y según indican las mismas estadísticas, las edades antes mencionadas son las perfectas para los hombres que buscan tener una intención mucho más maliciosa de las que pensamos.

¿Será acaso esta la mejor opción a tomar de pronto y evitar más casos de violación o abuso femenino en lugares públicos de diversión?