Por: Amelia Supo • Whatthegirl.com

Conoce cómo afecta el mito del instinto maternal en la maternidad

Conoce cómo afecta a la maternidad y la crianza el mito del instinto maternal.

Conoce cómo afecta el mito del instinto maternal en la maternidad. Foto: Freepik
Conoce cómo afecta el mito del instinto maternal en la maternidad. Foto: Freepik

Conoce cómo afecta a la maternidad y la crianza el mito del instinto maternal.

No hay duda que tener un hijo es una experiencia que te cambia la vida, ya que tu mundo deja de centrarse en ti o en tu pareja para enfocarse en este nuevo ser. Para algunos puede ser lo más maravilloso de la vida, pero para otros puede resultar algo realmente abrumador.

La llegada de un bebé implica que la dinámica personal, de pareja o familiar cambie radicalmente de un momento a otro. Para las mujeres, la presión de ser una madre perfecta puede ser bastante abrumadora, la cual se ve agravada por el “instinto maternal”.

Para algunas personas, el instinto maternal implica que una mujer quiere tener hijos de forma innata y natural, es decir, la maternidad se concibe como un deseo que toda mujer tiene o debe tener, algo así como un llamado de la naturaleza que tarde o temprano aparecerá.

Por otro lado, el instinto maternal también suele referirse a la idea de que la intuición protectora y maternal de una mujer se activará de manera natural luego de dar a luz.

En ambos casos, el concepto refuerza la idea de que las mujeres no sólo desean o deberían desear tener hijos, sino que también están “equipadas” de manera innata para cuidarlos y cubrir todas sus necesidades, como si trajeran una manual integrado de cómo ser madre que se activa al parir.

¿El instinto maternal es real o es un mito?

Algunas mujeres saben que quieren ser madres desde una edad temprana, o al menos tienen la idea de ese deseo; o bien, al crecer se sienten cómodas al cuidar de los niños y sienten que es algo que les gustaría hacer al tener sus propios hijos.

Esa tendencia debería aplicar a todas las mujeres, sin embargo, no es así. Hay mujeres que también desde temprana edad tienen esa noción de que no desean tener hijos y cuando crecen tampoco se sienten a gusto al tener que hacer cargo de los niños.

Y respecto al segundo concepto, aunque los hijos sean deseados y amados, la realidad es que aprender a cuidar a un recién nacido suele estar lejos de ser fácil o instintivo, por lo que requiere un proceso de adaptación y un aprendizaje constante.

La idea de que todas las mujeres tienen un “instinto maternal” es un mito. No es raro que las mujeres luchen por sentirse conectadas con su recién nacido o tener un sentido de “amor maternal” hacia ellos inmediatamente después del nacimiento.

Los sentimientos de desconexión entre la nueva madre y su bebé son bastantes normales. Pero debido a las presiones sociales dictan que una mujer debe sentirse unida al instante con su bebé, muchas madres han expresado culpa y vergüenza cuando no sintieron esa conexión inmediata.

 

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