Las reglas de oro que un padrastro no debería cruzar con sus hijos de crianza

Son algunos puntos que muchos padrastros no tienen en cuenta y que terminan generando conflictos entre todos.

Tener una nueva pareja muchas veces va a ser algo difícil para algunas personas. Desde la desconfianza o inseguridad que generan las primeras veces hace que muchos decidan no tomar tan en serio lo que más tarde podría suceder, pero, si alguien ya está en una nueva relación puede suceder que esta nueva persona tenga un hijo de un compromiso previo. Algo completamente natural en estos tiempos. 

Y es que esto aunque es un aspecto clave dentro de la construcción de todo vínculo, muchas personas saben que no es ningún impedimento para darse una nueva oportunidad en el amor. En muchos casos hablamos de niños que ya son conscientes de lo que sucede con sus padres y que de aparecer nuevas parejas esto es algo que va a suceder. 

Esta situación hace que muchos tengan miedo de siquiera iniciar una relación, pero una vez ya conocida con el hijo es probable que se empiecen a generar ciertos vínculos. Es aquí donde es clave que el rol del padrastro sepa identificar cuáles son sus límites para no intervenir con los de su padre biológico y de esta manera ahorrarse problemas tanto para ellos como para el hijo. 

Hablar negativamente sobre el ex 

Este primer punto es uno de los más esenciales. Tú puedes mostrarte tal y como desees, pero siempre mantén el margen entre lo que es tu personalidad y la de la ex pareja. Evita a toda costa hablar sobre él o en todo caso referirte sobre él de manera negativa, más si estás frente a su hijo. 

A nadie le gusta que hablen mal sobre sus padres y lejos de saber si tienes o no razón es algo de muy mal gusto. Es preferible que no intervengas en ese tipo de conversaciones y llevas la fiesta en paz entre ambos. Lo último que quieres es generar conflictos entre su padre biológico y tú.

Tratar de tomar el rol de padre

Si ya estás teniendo una buena relación con el hijo, no intentes ir más allá de lo que se te permite. No intentes construir una relación más profunda o intensa, porque al final del día eso lo único que podría generar es un daño en ti, más que en ellos. 

No olvides el rol que tienes dentro de ese vínculo. El cariño y el respeto pueden generarse con el tiempo, pero es una cuestión que va a depender de cada circunstancia y caso. Si no estás seguro de lo que pueda suceder, no te arriesgues a tomar un rol que no te corresponde y que te podría generar conflictos ya no solo contigo mismo, sino con tu propia pareja.

Asumir posiciones de autoridad

Algo que va bastante de la mano con el punto anterior, pero con el detalle de que muchas veces son los padrastros quienes intentan ignorar o pasar por alto algunas de las reglas que tienen entre padre biológico e hijo. Mucho peor aquellos que se sienten con la potestad de poder decidir en la crianza del pequeño. 

No asumas roles que no se te han asignado y si actualmente tienes una buena relación con el hijo, lo mejor será que busques mantener ese vínculo tal y como lo vienes llevando. Cuestiónate, ¿realmente necesitas tener esa posición de autoridad ahora que su relación es la ideal?