¿Sabías que tus hijos se podrían parecer a tu ex?

Chicas, todas somos conscientes de que nuestro historial amoroso siempre va a seguir una línea temporal. Desde nuestros primeros romances en la primaria, cuando lo único que hacíamos era tomarnos de la mano hasta años después que empezamos a experimentar otro tipo de muestras de afecto con nuestras parejas. 

Y aunque suelen existir algunas personas que cumplen con ciertas tendencias en sus gustos, ya sea por cómo lucen o por cómo son, hay otro grupo de gente que ha tenido parejas completamente diferentes en toda su vida. Ya sea en su apariencia física o en cómo son, no existe una hegemonía que coincida dentro de ellos, pero, ¿qué pasaría si te digo que tus futuros hijos podrían llegar a parecerse a alguno de tus exnovios? 

Esta es una nueva investigación que ha sido planteada por un equipo de científicos de la Universidad de Seattle y del Centro Fred Hutchinson para la Investigación del Cáncer (ambos de EE. UU.), cuyo propósito era analizar la transmisión de enfermedades genéticas entre madres e hijos varones, pero fue grande la sorpresa cuando los resultados obtenidos desviaron por completo su objetivo inicial. 

En total se tomaron a treinta y siete de las cincuenta y nueve mujeres que participaron en la investigación y se mostraron microquimerismos, es decir, la presencia en sus cerebros de pequeños grupos de células de otra persona. En todos los casos, esas células eran masculinas y desde un inicio se descartó que puedan ser restos biológicos de hijos varones, puesto que ninguna había sido madre, así como también el hecho de que sean restos de los padres, pero los resultados también fueron negativos. 

Fueron muchas las explicaciones que se plantearon, pero ninguna llegaba a ser positiva o a tener una cierta tendencia que pueda dar origen a esto hasta que se analizó la posibilidad de que estos microquimerismos hayan sido producidos por las relaciones sexuales. 

La hipótesis planteada es que las paredes vaginales absorben una parte del semen incorporándolo a su organismo en forma de células con material genético independiente, es decir, con su propio ADN masculino. Incluso se llegó a conocer que estos restos nunca llegan a desaparecer del cerebro de la mujer. De hecho, se llegó a comprobar que en algunos casos las células llevaban más de 50 años en sus tejidos. 

Pero, es importante decir que todavía no hay pruebas concluyentes que demuestren o validen esta hipótesis. Aun así, no se cree que los microquimerismos tengan un efecto secundario sobre estas mujeres. Se espera que en los próximos años se hagan investigaciones que puedan ahondar mucho más en este tema que encendió muchas alarmas en una gran cantidad de mujeres.