Patty Wong: La mujer que vivió en medio de carencias y hoy triunfa con sus chifas

Si algo caracteriza a las mujeres, es su entereza a la hora de afrontar problemas, es por ello que vemos a tantas de ellas triunfando en lo más alto luego de haber pasado todo un tormento cuando intentaban salir de donde estaban. Tal es el caso de Patty Wong, una empresaria peruana que tiene una cadena de restaurantes de comida china y que se ha puesto en el ojo público luego de revelar su triste pero inspiradora historia.

Según contó la peruana a medios locales, su infancia estuvo plagada de situaciones tristes, carencias y pobreza, pero fue lo que contó sobre su madre lo que sorprendió a propios y extraños. Wong reveló que su progenitora, agobiada por la pobreza y las deudas, los llevó a todos para que se lanzaran de un puente, pero finalmente se arrepintió.

“Y de ahí para adelante la vi luchar siempre y ese es el legado que ella me dejó, luchar hasta las últimas consecuencias”, señaló la empresaria.

Esta necesidad afloró en Patty el espíritu emprendedor y desde muy joven, comenzó vendiendo sándwiches en su colegio para poder traer algo de dinero a casa. Pero no fue hasta 1991, cuando participó en el concurso “Buscando a la paquita peruana” que se codeó con bellezas del mundo del espectáculo.

En el 2000, se unió al elenco del programa peruano “R con erre”, donde estuvo dos años y tras su salida, comenzó su etapa como empresaria, primero con su show infantil “Yat, yi, sam” (“1, 2, 3” en chino), y posteriormente, participando en concursos de belleza como Miss Perú Tusán 2002, el cual le permitió participar en el Miss Chinese International, que, aunque no ganó, recibió un jugoso premio.

La empresaria contó al diario Peru21, que su primer negocio fue una peluquería, sin embargo, este no prosperó y cerró al poco tiempo. Fue entonces que decidió abrir su primer chifa en 2004 en asociación con su familia, siendo un rotundo éxito hasta el día de hoy.

Luego de muchos años al servicio del publico peruano y a raíz de la crisis sanitaria, Wong tuvo que cerrar sus locales luego de que el Gobierno peruano declarara cuarentena obligatoria hace ya varios meses. Sin embargo, la empresaria no dejó de lado a sus trabajadores y siguió pagándoles el respectivo salario pese a que las labores estaban paralizadas.

“Sé lo que es pasar pobreza extrema y la pobreza duele, cala en el hueso y también es una manera de sanar las heridas que la pobreza causó en mí. A todas las personas que trabajan conmigo en mi local de comida les cumplo con su pago”, recalcó.

Asimismo, señaló, entre lágrimas, que alrededor de 300 a 400 personas la buscan para pedirle trabajo debido a la difícil situación que vive el país sudamericano.

Finalmente, negó cualquier vínculo con la política, pues muchas personas le han pedido que postule a algún cargo público a lo que ella señala: “Déjenme tranquila con mis chifas”.