Trucos para lograr conciliar el sueño
Lograr dormir, para muchos, es todo un martirio, haciendo que al día siguiente todo sea más pesado.
Lograr dormir, para muchos, es todo un martirio, haciendo que al día siguiente todo sea más pesado.
Dormir bien es tan importante como lo que hacemos en todo el día, es por eso que le dedicamos ocho horas al día. El problema viene cuando esas horas se reducen a siete, seis, cinco o hasta menos.
Si privamos a nuestro cuerpo de un sueño largo y reparador, comenzaremos a tener problemas de concentración, dolores, tendremos sueño durante el día, tenemos menos energía e incluso nos bajarán las defensas. Las interrupciones del sueño pueden estar provocadas por un factor tanto físico como mental.
Los factores físicos que interrumpen el sueño durante la noche pueden deberse a muchas razones diferentes, como piernas inquietas o movimientos bruscos en las extremidades. También, otros trastornos respiratorios del sueño como la apnea obstructiva del sueño o la necesidad de orinar con más frecuencia suelen afectar a la calidad del sueño.
Por otro lado, muchos trastornos del sueño están relacionados con factores psicológicos. Incluso la propia preocupación de no poder dormir es la que nos impide conciliar el sueño.
Consejos para poder dormir:
Para poder mejorar nuestra relación con el sueño y evitar despertarnos por la noche, podemos probar varios trucos que nos pueden ayudar.
Los expertos recomiendan llevar un diario del sueño que consiste en escribir en un diario, justo antes de dormir, todas las preocupaciones que tenemos. Eso ayudará a enseñarle a tu cuerpo y tu cerebro que el día es para pensar, la noche es para dormir.
Otro consejo es no forzar el sueño. Relajar la mente ayuda a entrar en un estado de sueño. Esto está relacionado con no mirar el reloj, ya que cuando miras la hora, tu mente comienza a contar cuánto tiempo te queda para dormir y eso hace que el estrés aumente y es imposible dormirse.
Un consejo más es aceptar los pensamientos. Esto requiere práctica y tal vez un profesional de la psicología nos conduzca hacia una técnica para lograrlo. Cuando un pensamiento nos asalta de noche, debemos identificarlo y dejarlo marchar, darles vueltas es peor, porque se hacen fuertes. Intenta estar en “el aquí y el ahora”, puedes emplear una técnica sensorial para lograrlo, como tocar los botones de tu pijama, concentrarte en tu respiración o el olor de tus sábanas.
Si no podemos retomar el sueño, intentemos mantener las luces tenues y haz algo tranquilo y relajante, como leer, escuchar música o tomar un poco de leche. Pero siempre evitando la tecnología. Además, es importante saber que, si permanecemos despiertos en la cama, cada vez será más complicado dormirnos, ya que la mente asociará la cama con el momento de preocuparse, y no de dormir.