Por: Amelia Supo • Whatthegirl.com

Cómo pueden ayudar los padres a los niños con estrés

El estrés tiene una finalidad. Es una señal para prepararse.

Los niños también se estresan. Foto: Freepik
Los niños también se estresan. Foto: Freepik

El estrés tiene una finalidad. Es una señal para prepararse.

Todos los niños y adolescentes se sienten estresados en algún momento de su vida. Y es que el estrés es una respuesta normal a los cambios y los desafíos. Y sin duda, la vida está llena de ellos, incluso durante la infancia.

Es más, solemos pensar que el estrés es algo negativo, causado por malos acontecimientos. Pero los acontecimientos positivos que están por llegar también pueden provocar estrés. Los niños y adolescentes sienten estrés cuando hay algo que requiere que se preparen, adapten o protejan. Sienten estrés cuando algo que les importa está en riesgo.

¿Cuándo puede ser beneficioso el estrés?

En cantidades pequeñas y cuando los niños cuentan con el apoyo adecuado, el estrés puede ser un impulso positivo. Puede ayudarlos a hacer los esfuerzos necesarios para alcanzar una meta y cumplir con plazos. Este tipo de estrés positivo permite que los niños desarrollen habilidades y fortalezas que reciben el nombre de “resiliencia”.

¿Cuándo puede ser nocivo el estrés?

El estrés puede ser nocivo cuando los niños no dejan de estar estresados ni un minuto o cuando no cuentan con el apoyo o las habilidades que necesitan para afrontarlo. Con el paso del tiempo, el estrés excesivo puede afectar la salud física y mental de los niños.

Como padres, no se puede evitar que los hijos sientan estrés. Pero sí puede ayudar a los niños y adolescentes a hacer frente a la situación de la siguiente manera:

  • Ayudarlos a usar el estrés positivo para alcanzar metas, adaptarse a los cambios, enfrentar desafíos y adquirir confianza.
     
  • Darles más apoyo y estabilidad cuando atraviesen acontecimientos vitales que les causen estrés.
     
  • Protegerlos de los efectos nocivos del exceso de estrés, como el estrés crónico y el estrés traumático.