Baño de lavanda: ¿Cómo realizarlo?

Si lo que necesitas es relajarte y liberarte del estrés del día a día, lo que tienes que intentar es el baño de lavanda que te transportará a los campos con su tranquilizante aroma. Esta planta es conocida por su delicada fragancia y propiedades terapéuticas que nos brinda un escape del estrés del día a día.

Los beneficios del baño de lavanda se extienden al ámbito físico y mental, brindando una serie de efectos positivos para nuestra salud. La lavanda posee propiedades relajantes convirtiéndolo en un aliado ideal para aliviar la ansiedad, el estrés y el insomnio.

Además, ayuda a relajar los músculos y aliviar dolores leves como los causados por la tensión o la inflamación. También cuenta con propiedades hidratantes y suavizantes para la piel y puede ayudar a calmar irritaciones, reducir rojeces y aportar una sensación de frescura.

Para disfrutar de esta gran experiencia relajante necesitarás:

• Flores secas de lavanda. Lo puedes conseguir en los mercados naturistas o hacerlas tú misma resecando en el sol un ramo de lavanda.
• Aceite de lavanda. De preferencia orgánico, que garantice la pureza de sus componentes.
• Sal rosa del Himalaya. Ayuda a aliviar dolores musculares y articulares o problemas de la piel como dermatitis.
• Sal de Epsom. Conocida también como sulfato de magnesio heptahidratado. Tiene una multitud de beneficios para la piel. Por ejemplo, contribuye a eliminar toxinas y favorece la relajación de los músculos.
• Bolsas de té. Las puedes conseguir en el supermercado.

¿Cómo preparar el baño relajante?

1. En un recipiente limpio, mezcla una cuchara de flores secas de lavanda con 10 gotas del aceite. Añade una cucharada de sal de Epsom y otra del Himalaya y remueve muy bien.
    
2. Rellena las bolsas de té con cuidado y ciérralas con un cordón. Puedes guardarlos en un recipiente en un lugar fresco para usarlos cada que lo desees.

Una vez que lo tengas listo, es momento de disfrutar del baño de lavanda. Puedes usarlo de dos formas:

• Llena la bañera con agua tibia e introduce la bolsita. Deja que haga efecto durante algunos minutos antes de sumergirte.
   
• Infusiona la bolsa de té en una olla de agua caliente, luego viértela en la tina y disfruta del baño relajante.