Kobe Bryant: el papá amoroso que toda hija quisiera tener

Los padres siempre estarán orgullosos de sus hijos, y si comparten el mismo amor por el deporte, con mucha mayor razón. Nada es más bonito que nuestros padres estén alentándonos en cada paso que damos, en cada logro y dándonos su mano cuando fracasamos. Ellos siempre están para empujarnos a seguir cuando queremos retroceder y siempre estarán en nuestros corazones. Nada puede valorizar cuan agradecidos estamos con ellos por todo lo que hacen por nosotros.

No es nuevo que el papel de una madre es muy importante en el desarrollo de los niños. Sin embargo, los papis son nuestros héroes sin capa, quienes se ponen de nuestro lado muchas veces y se convierten en nuestros cómplices. Nada nos hace sentir más protegidas que los brazos de papá.

Tal es el caso de la leyenda del baloncesto Kobe Bryant, quien lastimosamente partió este domingo 26 de enero, dejando mucho pesar entre sus fans, compañeros, amigos y familiares. Pero eso no es todo, su hija Gianna (Gigi, como cariñosamente él le decía) corrió la misma suerte y ahora ambos gozan de descanso eterno.

Bryant siempre será recordado, no solo por su excelente juego y técnica en las canchas, sino también por esa gran personalidad que lo caracterizaba. Kobe además de jugador de baloncesto, fue conductor, narrador, comentarista y columnista deportivo, pero, sobre todo, fue un excelente papá.

En su cuenta oficial de Instagram, Kobe mostraba lo orgulloso que se encontraba de sus 4 hijas. Nada lo llenaba más de orgullo que ver a sus hijas mayores hacer deporte, algo en lo que él era extraordinario. Pero es Gianna Maria quien se lleva la admiración de muchos, pues fue catalogada como la sucesora de Kobe, debido a su gran pasión por el baloncesto.

Gigi era una gran aficionada del básquet y su padre era su mayor fan. Con tan solo 13 años, ya era una de las mejores en la liga en la que jugaba. Se comenta que logró que su padre volviera a ver los partidos de la NBA, de hecho, Kobe comenzó a asistir a partidos nuevamente solo por su pequeña. Cabe mencionar que una de las últimas publicaciones de Gigi en redes sociales, fue cuando ambos miraban el partido de Los Angeles Lakers en el Staples Center.

Horas antes del trágico suceso, Kobe observaba detenidamente a su hija mientras ella disputaba un partido en la Academia de Deportes Mamba, en Thousand Oaks. En más de una ocasión, la estrella de la NBA había manifestado los deseos de su hija por pertencer a la WNBA, y su talento le permitía soñar.

No cabe duda que uno de los mejores entrenadores que tuvo Gigi fue su propio padre. El baloncesto los mantenía unidos y así es como debemos recordarlos hasta la eternidad. Hasta siempre Gigi y Kobe.