Por: Manuel Chamolí • Whatthegirl.com

¿Sientes que una relación te drena en lugar de sumarte? Así puedes alejarte con calma y sin culpa

Aprende a soltar una relación que ya no te hace bien, sin culpa ni explicaciones. Mereces paz, incluso si eso implica alejarte.

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¿Sientes que una relación te drena en lugar de sumarte? Así puedes alejarte con calma y sin culpa. Foto: Unsplash
¿Sientes que una relación te drena en lugar de sumarte? Así puedes alejarte con calma y sin culpa. Foto: Unsplash

Aprende a soltar una relación que ya no te hace bien, sin culpa ni explicaciones. Mereces paz, incluso si eso implica alejarte.

Soltar también es amar en una relación. Alejarse de alguien que consideras importante puede ser complicado y puede causar más de una implicancia en tu vida. Esto no suele ser una decisión que se toma a la ligera. Lo que complica aún más ese proceso puede ser la culpa: Es la sensación incómoda de estar haciendo algo mal.

Muchas veces, permanecemos en relaciones que nos dejaron un mal momento. Sea el miedo a herir a otras personas o por lealtad al pasado, muchas personas pueden priorizar el bienestar de otros. ¿Te imaginas vivir con el martirio de sufrir por una relación?

Soltar no es una acción repentina, ni una forma de desprecio, es una respuesta madura a una realidad que ya no se encuentra contigo. Hay momentos en los que la única manera de avanzar es reconociendo que ya no se camina en la misma ubicación. Y aunque puede haber cariño, costumbre o historia, eso no siempre es suficiente para sostener un lazo.

Cuando una relación deja de ser recíproca, todo el esfuerzo que solo se ve reflejado en una sola persona. Cuando ese momento te toca, es inevitable pensar en, ¿qué estoy sosteniendo y por qué?

Muchas mujeres enfrentan este dilema sintiéndose atrapadas entre el deseo de ser leales y la necesidad urgente de proteger su paz. ¿Es posible alejarse sin dolor? No siempre. Pero sí es posible hacerlo desde el respeto, sin rencor y con la claridad de que estás tomando una decisión por tu bienestar emocional.

Y no, no tienes que dar explicaciones largas, ni convencer a nadie de tu verdad. Basta con sentir que estás actuando desde tu centro. Puedes soltarte en silencio, sin conflicto. A veces los cierres más poderosos son los que se hacen desde la calma.

Soltar también significa confiar en que el vacío que queda no durará para siempre. Que al dejar espacio, algo nuevo, más sano, más alineado, más real podrá llegar. Porque no estás renunciando al amor. Estás renunciando a lo que ya no te ama bien.

Permitirte salir sin culpa es reconocer que mereces relaciones donde no tengas que esforzarte por encajar, donde no debas callar tu incomodidad para evitar problemas, donde puedas ser tú sin pedir perdón por ello.

Y aunque al principio duela, aunque no todos lo entiendan, saber decir “hasta aquí” con amor propio es un acto valiente. Un paso hacia una vida más ligera, más auténtica, más tuya.

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