Por: Anabel Rodríguez • Whatthegirl.com

¿Por qué sufrimos de vómitos y náuseas durante el embarazo?

La humanidad logró descifrar por qué las mujeres embarazadas suelen presentar vómitos y náuseas durante su gestación.

Las náuseas son unos de los primeros síntomas del embarazo y pueden permanecer por algunos meses. Foto: Shutterstock
Las náuseas son unos de los primeros síntomas del embarazo y pueden permanecer por algunos meses. Foto: Shutterstock

La humanidad logró descifrar por qué las mujeres embarazadas suelen presentar vómitos y náuseas durante su gestación.

Quienes ya son mamás suelen decir que el embarazo es una de las mejores etapas de la vida. Acudir a doctores, ginecólogos o algún especialista para recibir los controles y recomendaciones, es parte del proceso. Todo ello implica prepararse para la llegada del bebé.

Pero estoy más que segura que tu mamá fue una de las primeras que te advirtió los miles de cambios que, probablemente, vas a experimentar. Claro que la regla no aplica para todas, hay quienes tendrán todos los síntomas, otras que tendrán algunas o casi ninguna.

Estas son las primeras señales o síntomas que presenta una mujer en el embarazo:

  • Ausencia de menstruación
  • Sangrado de implantación
  • Náuseas con o sin vómito
  • Mamas sensibles, debido a los cambios hormonales puede provocar dolor o sensación de hormigueo
  • Dolores de cabeza o fatiga
  • Antojos o aversiones a la comida
  • Aumento de la cantidad de micciones (ganas de orinar frecuentemente).

Estos son otros signos y síntomas de embarazo menos evidentes que podrías presentar:

  • Humor cambiante
  • Hinchazón abdominal
  • Manchado leve
  • Calambres
  • Estreñimiento
  • Aversiones alimentarias
  • Congestión nasal

¿Por qué sufrimos de vómitos y náuseas en el embarazo?

Tatiana Figueras Falcón, ginecóloga en el Hospital Universitario Materno Infantil de Canarias (Las Palmas, España) y miembro de la sección de Medicina Perinatal de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), "un 70 a 90% de las embarazadas presentan náuseas en algún momento de la gestación. Normalmente, empiezan a partir de las cinco semanas de gestación y pueden durar hasta la semana 16 a 18. De manera menos frecuente persisten, en ocasiones, durante todo el embarazo".

De hecho, las náuseas y vómitos son habituales en la gestación. Gracias a una nueva investigación publicada en Nature por Stephen O'Rahilly, de la Universidad de Cambridge, en Reino Unido, y Marlena Fejzo, de la Universidad Southern California, en Los Ángeles, encontraron una gran respuesta a esta duda.

Ambos investigadores encontraron que el origen de las náuseas y vómitos son una hormona producida por el feto, llamada proteína GDF15 (factor de diferenciación del crecimiento 15).

Según dicha investigación, la hormona ya había sido relacionada con las náuseas y la hiperemesis del embarazo en estudios bioquímicos y genéticos. Solo que ahora se midió el nivel de GDF15 en mujeres durante su primer trimestre de gestación, en la que encontró un vínculo significativo entre la presencia elevada de la hormona con las náuseas y vómitos, incluida la hiperémesis gravídica.

Gracias a un análisis se reveló que el feto es responsable de la gran mayoría de la hormona que circula en el torrente sanguíneo materno. “Ahora sabemos por qué (se producen las náuseas en el embarazo): el bebé que crece en el útero produce una hormona a niveles a los que la madre no está acostumbrada. Cuanto más sensible sea a esta hormona, más enferma se pondrá. Saber esto nos da una pista de cómo podemos evitar que suceda. También refuerza que evitar que GDF15 acceda al receptor específico en el cerebro de la madre será en última instancia la base para una forma eficaz y segura de tratar el trastorno” menciona el profesor Stephen O'Rahilly, codirector del Instituto de Ciencias Metabólicas del Consejo de Investigación Médica Wellcome, en la Universidad de Cambridge.

Como experiencia propia, la coautora y primera firmante del trabajo, Marlena Fejzo, del Departamento de Salud Pública de la Universidad Southern California, comenta que “cuando estaba embarazada, enfermé tanto que apenas podía moverme sin sentirme mal. Al tratar de averiguar por qué, me di cuenta de lo poco que se sabía sobre mi condición, a pesar de que las náuseas del embarazo son muy comunes. Con suerte, ahora que entendemos la causa de la hiperémesis gravídica, estamos un paso más cerca de desarrollar tratamientos efectivos para evitar que otras madres pasen por lo que yo y muchas otras mujeres hemos experimentado”.

Preguntas y respuestas sobre los síntomas del embarazo y las náuseas matutinas

¿Cuáles son los primeros síntomas de un embarazo?

Los primeros síntomas de embarazo incluyen la ausencia de menstruación, náuseas con o sin vómitos, sensibilidad en las mamas, fatiga, dolores de cabeza, antojos o aversiones a ciertos alimentos, y un aumento en la frecuencia de micción.

¿Qué otros síntomas menos evidentes pueden presentarse durante el embarazo?

Otros síntomas menos evidentes del embarazo pueden ser cambios de humor, hinchazón abdominal, manchado leve, calambres, estreñimiento, aversiones alimentarias y congestión nasal.

¿Por qué se producen náuseas y vómitos durante el embarazo?

Según investigaciones recientes, las náuseas y vómitos durante el embarazo están relacionados con la hormona GDF15 (factor de diferenciación del crecimiento 15), producida por el feto. Esta hormona, a niveles elevados, está vinculada con las náuseas y vómitos, incluida la hiperémesis gravídica.

¿Cuándo suelen comenzar y terminar las náuseas en el embarazo?

Las náuseas en el embarazo suelen empezar a partir de las cinco semanas de gestación y pueden durar hasta la semana 16 a 18. En casos menos frecuentes, pueden persistir durante todo el embarazo.

¿Hay alguna manera de prevenir o tratar las náuseas durante el embarazo?

Aunque no hay un método infalible para prevenir las náuseas del embarazo, algunas estrategias pueden ayudar a manejarlas. Estas incluyen comer comidas pequeñas y frecuentes, evitar alimentos y olores que desencadenen náuseas, mantenerse hidratada y descansar lo suficiente. En casos severos, se recomienda consultar a un médico para posibles tratamientos.

 

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