Estudio muestra que el embarazo puede acelerar el proceso de envejecimiento en mujeres jóvenes
Un estudio científico revela que cada embarazo durante la edad adulta se relaciona a 3 meses de envejecimiento biológico acelerado.
Un estudio científico revela que cada embarazo durante la edad adulta se relaciona a 3 meses de envejecimiento biológico acelerado.
Amigas, a lo largo de la historia, siempre han surgido dudas sobre la reproducción femenina, y con ello se han realizado estudios que revelan detalles sorprendentes entorno a este proceso biológico, que deja maravilladas a muchas mujeres, resolviendo sus dudas para que ellas puedan tomar las mejores precauciones y garantizar un embarazo seguro.
Actualmente, se conoce mucho más sobre los cambios que se producen en el cuerpo de una mujer durante y después del periodo de gestación. Ejemplo de ello es el estudio “GDF15 linked to maternal risk of nausea and vomiting during pregnancy” publicado por la Revista Nature, donde la investigadora de salud femenina Marlena Fejzo, junto a un equipo de expertos -incluyendo profesionales de la Universidad de Cambridge-, nos explican sobre las hormonas secretadas en el feto, las cuales producen náuseas y vómitos. Se trata de la hormona GDF15, la misma que puede ser contraproducente a la sensibilidad materna, contribuyendo al desarrollo de hiperemesis gravídica (HG). En otras palabras, en algunas ocasiones, el malestar generado por esta hormona puede requerir hospitalización y tratamiento con líquidos por vía intravenosa y medicamentos antinauseosos, debido a la deshidratación.
En este sentido, un reciente estudio realizado por la Escuela de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia (Estados Unidos) revela que los embarazos durante la edad adulta temprana se relacionan a un mayor envejecimiento biológico. El documento fue publicado por la Revista PNAS (Pregnancy is linked to faster epigenetic aging in young women).
La investigación, fue realizada en 1.735 jóvenes en Filipinas, demostrando que las mujeres que informaron estar embarazadas se veían biológicamente mayores, ante las mujeres que nunca habían gestado, y que las mujeres que llevaban más embarazos parecían mucho más mayores que las que informaron tener un solo un embarazo.
Particularmente, el número de embarazos en mujeres no se asoció al envejecimiento entre hombres de la misma edad, por lo que podemos determinar que únicamente se aprecia durante los periodos de gestación o lactancia, lo que termina por acelerar el envejecimiento biológico de las mujeres.
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores emplearon un conjunto de herramientas en donde se utiliza la metilación del ADN, estudiando así las distintas fases del envejecimiento celular, la salud y el riesgo de mortalidad en las mujeres.
¿Qué es la metilación del ADN?
La metilación es un proceso, el cual dirige cuándo y cómo son activados y desactivados los genes que controlan el desarrollo del organismo y cómo estos pueden verse afectados por causas ambientales.
¿Qué instrumentos se utilizaron en el estudio?
Los instrumentos o herramientas empleadas en el estudio, denominadas "relojes epigenéticos", permiten analizar el envejecimiento en etapas más tempranas de la vida, demostrando así una prueba que puede resultar clave en el estudio del envejecimiento biológico.
"Los relojes epigenéticos han revolucionado la forma de estudiar el envejecimiento biológico a lo largo de la vida y abren nuevas oportunidades para estudiar cómo y cuándo se afianzan los costes a largo plazo para la salud de la reproducción y otros acontecimientos vitales", comentó Cale Ryan, autor principal del estudio “Pregnancy is linked to faster epigenetic aging in young women” y científico investigador en el Columbia Aging Center.
Los hallazgos fueron publicados en la revista PNAS, las cuales indican que el embarazo acelera el envejecimiento biológico y que estos efectos son más evidentes en las mujeres jóvenes y de alta fertilidad.
Finalmente, el investigador señala que con estos hallazgos se resaltan los posibles impactos del embarazo en la salud de las mujeres a largo plazo, asó como la importancia de cuidar a los padres primerizos, especialmente a las madres jóvenes.