Así fue la reacción de Irina Baeva tras ser confundida con Geraldine Bazán

Lo peor que le puede pasar a una mujer es que la llamen con el nombre de la ex de su pareja, este es el caso por el que tuvo que pasar la modelo rusa Irina Baeva al asistir a la alfombra roja de la obra donde participa su novio, el actor Gabriel Soto. La modelo y actriz pasó por uno de los momentos más incómodos de su vida y aquí te contamos con detalles cuál fue su reacción ante la confusión con Geraldine Bazán.

Irina Baeva se encontraba posando para las cámaras en la alfombra roja de la obra "La homofobia no es cosa de hombres", muchos de los fotógrafos y reporteros presentes querían sacarle una foto a la modelo de 26 años, pero entre llamar su atención, uno de ellos cometió el error de llamarla "Geraldine", está claro que todos los presentes lograron notar la equivocación, y el hombre al darse cuenta, se corrigió: "Irina aquí, ¡Perdón!", fue lo que dijo el reportero.

Para la suerte del reportero, la actriz supo cómo reaccionar ante dicho momento, Irina Baeva no se molestó ante la con función, sino todo lo contrario, reaccionó de la manera más cordial y esto fue lo que respondió: "¿Qué pasó amiguitos?" con una sonrisa en el rostro y siguió posando para las cámaras.

Todo esto fue captado por las cámaras del programa 'Ventaneando' por si quieren ver el video donde ocurre este hecho incómodo. Sin embargo, lo mejor es que la manera de responder de Irina fue de lo más correcto e hizo que el momento continúe con normalidad.

Como sabemos Irina Baeva fue presentada como la manzana de la discordia, tras revelarse que Gabriel Soto y Geraldine Bazán, quienes llevaban 10 años de relación como esposos, se separaran por una situación de infidelidad del actor. Fue tiempo después que el actor mexicano fue visto en las calles de Beverly Hill, junto a Irina Baeva, ambos personajes muy cariñosos y tomados de la mano todo el tiempo.

Ambas mujeres mantienen una rivalidad hasta el momento, pero al parecer Irina sabe que una confusión lo puede tener cualquiera y mientras que no se esté hablando mal de ella, no tendría por qué reaccionar de mala gana.