5 motivos que te impiden ser feliz
Existen algunos motivos que impiden que logremos alcanzar la felicidad, es por eso que queremos compartirte algunos de ellos y cómo cambiarlo.
Existen algunos motivos que impiden que logremos alcanzar la felicidad, es por eso que queremos compartirte algunos de ellos y cómo cambiarlo.
El principal objetivo en la vida de toda persona es, de una u otra manera, ser feliz, ya que todas las cosas que deseamos van dirigidas a esa consecuencia final, pero... ¿te has parado a pensar que tal vez estés buscando o esperando algo que ya está sucediendo? Tal vez se trate de apreciar lo que ya tenemos. Como todo en la vida es relativo, lo que para algunos es casi una tragedia, para otros puede ser un hecho sublime, y es que la felicidad de las personas puede diferir.
Cuando alguien ha sufrido mucho, sencillamente la normalidad puede ser el máximo estado de bienestar. Para quien esté acostumbrado a cosechar un éxito tras otro, esta normalidad puede ser sinónimo de mediocridad. Por tanto ¿qué es lo que nos conduce a la felicidad, si cada persona la asume de un modo diferente? Cada cual, por tanto, tiene su propio camino para llegar a lo que considera una vida plena, pero en lo que sí coincidimos es en aquello que nos impide encontrar este camino.
Expectativas exageradas: Nada es imposible, depende de muchos factores, algunos que podemos controlar y otros externos a los que estaremos supeditados, por eso, la clave está en hacer lo posible, pero ser conscientes de que, efectivamente, al no depender todo de nosotros, puede que no lo consigamos. Fijarnos metas factibles o asumir que no siempre lo conseguiremos hará que no nos desmoronemos si no llegamos a ellas.
Tener miedo: Sin embargo, en lo que depende de nosotros, debemos poner todo el empeño. El miedo a lo desconocido, a salir de la zona de confort, al qué dirán, o a que no sea el momento apropiado, entre otras cosas, será nuestro propio handicap para llegar a ser felices. Y es que realmente el miedo puede hacer que decidamos no intentarlo, retirarnos antes siquiera de comenzar, y no dar la oportunidad a la felicidad de entrar en nuestras vidas a través de las cosas que consideramos importantes.
No vivir el momento presente: Relaciones pasadas, errores cometidos anteriormente, sentimientos de culpa, son algunos de los motivos que no nos permiten avanzar. Hay que soltar lastre, por supuesto teniendo presente que hemos errado, pero sin que sea el pilar de nuestras nuevas acciones. Del mismo modo, si estamos centrados exclusivamente en el futuro, no vamos a poder apreciar lo que tenemos en el presente. La felicidad puede ser el mismo camino y no sólo la meta. Pensar simplemente, y con impaciencia, en cuando llegue el momento deseado, puede dar lugar a angustias innecesarias. Además, el presente podemos controlarlo y modificarlo, pero el futuro, hasta que no se convierte en presente, no es manipulable.
Interpretación de la realidad: Nuestra perspectiva de las cosas puede convertirlas en algo maravilloso o en una verdadera pesadilla. Si nos comparamos con los demás podemos hacernos mucho daño teniendo un punto de vista peyorativo hacia nosotros mismos. Debemos aceptarnos tal cual somos y agradecer por lo que sí tenemos a nuestro alrededor. Tal vez estemos considerando muy importantes cosas que no son esenciales, distorsionando su verdadero valor y orientando nuestras acciones en base a elementos totalmente prescindibles.
No buscar nuestra felicidad: Parece un motivo absurdo, pero es uno de los más importantes. ¿Estamos seguros de estar buscando nuestra propia felicidad o estamos viviendo el sueño de otros? La felicidad es algo muy personal, si a otro le hace feliz mantener el mismo trabajo toda su vida no significa que ese sea también nuestro sueño, debemos atrevernos a vivir el nuestro propio y luchar por él más que por los sueños de los demás. Cargar con la responsabilidad de otra persona para lograr sus metas hará que no podamos ocuparnos de las nuestras. Si nuestro sueño es otro, no debemos excusarnos por ello, pero tampoco criticar al que sueña con otra cosa. No se trata de estar solo y dejar de mirar por los demás, se trata de tener claro lo que consideramos ser feliz y aceptar que es diferente de lo que quiere otro, pero no incompatible.