Expertos encuentran forma de desinfectar el tapabocas usando un microondas

Usar mascarillas como parte de nuestro día a día no estaba planeado ni en nuestros sueños más locos, pero, a raíz de la crisis sanitaria internacional, este elemento de seguridad, se ha vuelto parte de nuestro outfit. Esta es la razón por la que en muchos establecimientos se han agotado, a tal punto, de obligar a las personas a reutilizarlos.

Aunque los expertos recomiendan desechar estas mascarillas luego de su uso, lo cierto es que un reciente estudio elaborado por la Universidad de Harvard, ha revelado una nueva forma de desinfectar las mascarillas N95 utilizando un recipiente de vidrio con agua, una malla, un elástico y un microondas.

Los investigadores del Centro Médico Beth Israel Deaconess, de la mencionada casa de estudios y del Hospital General de Massachusetts, publicaron un informe en el que señalan que para que la desinfección sea eficaz, no se debe alterar la filtración ni el ajuste del usuario de estas mascarillas, algo que con este método parece que han logrado con éxito.

El informe publicado en la revista “American Society of Microbiology”, describen todo lo que se necesita para realizar el adecuado procedimiento de desinfección de los respiradores N95.

Para llegar a tal conclusión, los investigadores utilizaron dos procedimientos, uno con una taza de cerámica y otro con un recipiente de vidrio para comprobar con cuál de los dos recipientes se alcanzaba un máximo nivel de desinfección.

En el caso de la taza de cerámica, vertieron alrededor de 60 ml de agua destilada, colocaron la malla sobre la taza y la ajustaron con un sujetador de goma, para finalmente colocar el respirador sobre ella. Al meterlo al microondas por 3 minutos, pudieron notar que los niveles de contaminación se redujeron considerablemente.

Pero cuando hicieron el mismo experimento con un recipiente de vidrio de 17x17x7,5 cm, con una abertura suficientemente grande para exponer a toda la mascarilla N95 a la columna de vapor, notaron que estos niveles podían alcanzarse en menos tiempo.

Este experimento permitiría a que las personas puedan desinfectar sus mascarillas en sus propias casas, pues el vapor de agua destilada, permite que el producto quede esterilizado casi al 100%, como si se hubiera adquirido una nueva mascarilla, sin que esta se moje o se encoja.