Por qué las mujeres nos tardamos tanto en el baño

A las mujeres siempre nos hacen la misma pregunta: “¿por qué tardaste tanto en el baño?”, lo que los chicos se imaginan es que nos la pasamos gastando el tiempo mirándonos en el espejo y retocando nuestro maquillaje una y otra vez, sin embargo, esto no siempre es así.

Es por ello que la bloguera Luciana Ochoa, en base a su experiencia y conocimiento, quiso dar respuesta a esta gran interrogante en su cuenta de Facebook de una manera muy peculiar y que estamos seguras, más de una se sentirá identificada.

La nota se llama “El Gran secreto de las mujeres”, en el que Ochoa explica que desde que somos niñas, nuestras madres siempre nos han dicho que no nos debemos sentar en el retrete del baño público, debido a que podemos contraer cualquier enfermedad.

La bloguera además explica que esta enseñanza se la pasan las mujeres durante generaciones y sería una de las principales razones por las que las chicas tardaríamos más en ir al baño que los chicos.

Aunque los varones crean que nos las pasamos en el baño por vanidad, lo cierto es que cuando vamos a un baño público, dependiendo del aseo del mismo, es que las mujeres tenemos dos opciones: limpiar el asiento para luego cubrirlo con papel higiénico o hacer la postura ‘ninja’, la cual consisten en doblar las piernas como si te fueras a sentar, pero sin tocar el retrete, es decir, te quedas en un punto medio entre estar de pie y sentarse.

Esta posición, aunque no lo crean, es muy difícil de realizar y esto se complica cuando la puerta del baño no tiene seguro y además, no existe gancho alguno para colgar nuestro bolso. “Ahí es cuando tus muslos empiezan a temblar; porque estás suspendida en el aire, con las piernas flexionadas, los calzones cortándote la circulación de los muslos, el brazo extendido haciendo fuerza contra la puerta y un bolso de 5 kilos colgando de tu cuello”, agrega Luciana.

Pero esta no sería la única razón por la que las chicas nos demoramos en el baño, pues la ropa también tiene mucho que ver en el tiempo que estamos en el excusado. Por ejemplo, los chicos solo tienen que quitarse el pantalón y la ropa interior, mientras que las chicas a veces llevamos pantis, enterizos, botones de miles de tamaños, etc., hacemos un sinfín de malabares para que nuestra vejiga no explote mientras nos quitamos todo de encima.

Ahora bien, si estamos en nuestros días difíciles, peor aún. Las chicas normalmente tardamos porque tenemos que cambiar nuestra toalla sanitaria y revisar miles de veces que no tengamos algún ‘accidente’. Es por ello que nuestro chico siempre nos pregunta “¿qué tanto hacías ahí adentro?” Y solo respondemos ‘Había cola’.

Pero valgan verdades, como mujeres también debemos admitir que pasamos por el espejo de vez en cuando para arreglarnos el cabello o retocar nuestro maquillaje luego de varias horas afuera. No está mal, lo que está mal es que los chicos no entiendan que tenemos necesidades diferentes a ellos y siempre nos pregunten: “¿Por qué tardaste tanto en el baño?”