Expertos explican por qué no debes comer hasta “querer reventar”

Uno de los placeres de la vida es, sin duda, comer, sin embargo, muchas veces no nos medimos y comemos en exceso hasta sentir que estamos “empachadas” o que vamos a “reventar”. Aunque parezca algo gracioso, expertos han señalado cuáles son las razones por las que no debemos rellenarnos de comida y que tengamos en cuenta que, en la cantidad, no está la calidad.

Antonio Castillo Carrera, decano nacional del Colegio de Nutricionistas de Perú, afirma que comer en exceso, además de ser dañino para la salud, genera un estrés enorme a nuestro organismo haciendo trabajar a nuestro sistema digestivo, entre otros órganos, más de lo que deberían hacerlo.

Según señala el experto, nuestro cuerpo necesita macronutrientes como carbohidratos, proteínas y grasas, pero al consumirlos en cantidades desmedidas, pueden ser perjudiciales para nuestra salud.

“El cuerpo solo utiliza la cantidad de nutrientes (proteínas, grasas, vitaminas etc.) que necesita en cada comida y el resto lo almacena o desecha. Lo que almacene lo guardará en forma de grasa, formando eso rollitos que tenemos en el cuerpo (abdomen, glúteos, piernas, brazos, etc.). El resto será evacuado”, señaló.

Asimismo, el experto puso de ejemplos el consumo de bebidas procesadas, como los refrescos o gaseosas, los cuales, en grandes cantidades, exigen una mayor labor al hígado y a los riñones, sobre todo, en aquellas personas que no acostumbran hidratarse a diario.

También explicó que, si se consume en exceso carbohidratos como el arroz, papa o fideos, la evacuación de una persona puede ser de “consistencia muy dura, compacta, que le puede generar una constipación o estreñimiento. Por eso siempre, para evitar ello, se recomienda comer alimentos con fibra”.

¿Qué se puede hacer?

Castillo recomienda que para calcular la cantidad exacta de alimentos que debemos ingerir podemos hacerlo con la palma de nuestra mano.

“Los alimentos de origen animal (pollo, carne, cerdo, pescado, vísceras, entre otros) deben tener el tamaño de nuestra palma de la mano (no se cuenta la extensión de los dedos). Los cereales, fideos o tubérculos deben tener el tamaño de nuestro puño cerrado. Las verduras y ensaladas deben ser del tamaño de lo que cabe en nuestras dos manos juntas y abiertas, lo cual representa la mitad del plato”, añadió.

En cuanto a las frutas, pueden comerse cada vez que se tenga ganas, pero sin abusar de la cantidad y remarcó la importancia de no saltarse ninguna de las tres comidas básicas: desayuno, almuerzo y cena.