Desenterró a su amiga para tener la última noche de copa juntas

Sabemos que la amistad es algo que ni el tiempo ni espacio podrá borrar. Muchas de nosotras tenemos una mejor amiga que amamos con todo el corazón. 

Con ella compartimos secretos, experiencias, aventuras, lloramos, reímos, hacemos locuras y una infinidad de cosas que solo ambas pueden saber. 

Sin embargo, como dice el gran cantante Héctor Lavoe; "Todo tiene su final, nada dura para siempre", llega un momento en el que se tienen que separar. 

No creas que por una simple pelea o algo por el estilo, sino por lo que algún día todos llegaremos a conocer: la muerte. Este es el momento más difícil de todos.

Ver a alguien que queremos con el alma en un cajón es lo más doloroso que existe en esta vida, pero, ¿haríamos una locura de amistad a estas alturas? 

Pues hay una joven que sí lo hizo, que no le importó que su mejor amiga esté enterrada en su nicho, sacarla de ahí para tomar la última cerveza con ella. 

Sí, sé que te causará un poco de gracia y de terror pero es la verdad. En el estado de Yucatán en México, una chica decidió desenterrar a su amiga para que se emborracharan juntas. 

Fernanda Mantilla o 'La Chata' como la llamaban sus amigos, decidió hacer esto porque no soportaba la idea de que su compañera haya partido. 

Varias personas que se encontraban en el cementerio no creían lo que ella decía ya que pensaban que se trataba de una broma, así que como nadie la ayudó, decidió hacerlo sola. 

Su abuela y su tía hicieron de todo para detenerla pero no se pudo, así que tuvieron que llamar a la policía. Cuando las autoridades llegaron, pensaron que se trataba de otra cosa menos un desentierro. 

Vieron que 'La Chata' estaba tomando con su amiga fallecida donde solo se le veía el cráneo. A pesar de que esto no se ve todos los días, la joven lo hizo con toda la inocencia del mundo, recordemos que estaba ebria y solo quería ver a su mejor amiga una vez más. 

Sé que muchas no lo haríamos porque eso está prohibido por falta de valor, que hay quienes sí tienen las agallas. Lastimosamente, Fernanda ahora tiene deudas con la ley y una resaca que no se le olvidará jamás.