Mary Austin y el secreto mejor guardado del más grande amor de Freddie Mercury

Freddie Mercury, dueño de una imponente voz e ícono del rock, líder de Queen, una de las mejores bandas de todos los tiempos, falleció un 24 de noviembre de 1991 producto de complicaciones en su salud a causa del SIDA que padecía. Hoy se cumplen 29 años desde que aquella voz se apagó para siempre dejando a todos sus fans con un vacío y una gran tristeza.

Freddie, cuando sabía que la hora de partir había llegado, le pidió a Mary Austin, su más grande amor y a quien le dedicó una de las más hermosas canciones de la banda llamada ‘Love of my life’, que cuando él ya no esté, que esparza sus cenizas en un lugar secreto, donde solo ella sepa la ubicación exacta.

Como recordamos, Mary y Freddie mantuvieron una relación de 6 años, antes de que el cantante admitiera su bisexualidad. Ella, al igual que los miembros de la banda y amigos más cercanos, fueron los únicos que supieron de primera mano sobre la enfermedad de Mercury, antes que lo anunciara en un comunicado.

A pesar de que nunca se casaron, Freddie consideraba a Mary como su ‘esposa’, pues ella nunca se alejó de él pese a los escándalos y la mortal enfermedad que rondaba la vida del cantautor. Es por ello que, a su muerte, le dejó no solo su mansión de Londres, sino que posee un porcentaje de los derechos de autor de la banda.

Después de que el vocalista de la banda falleciera, Mary conservó las cenizas del cantante por dos años en su propio dormitorio, pero un día, sin que nadie supiera a donde iba, las tomó y las esparció en un lugar que, hasta la actualidad, el mundo desconoce.

Esta fue la última voluntad de Freddie Mercury, pues el cantante no quería que el lugar donde descansaran sus restos, fuera vandalizado por fanáticos obsesivos, tal y como ya se ha visto con otros artistas.

Parece que nunca sabremos la ubicación de dónde se encuentra Freddie descansando pues Mary prometió nunca decirlo, y este es un secreto que se lo llevará hasta la tumba.