¿Qué series hay en Netflix?

Sé que muchas de nosotras nos quedamos asobradas con la serie 'You' de Netflix. Ver a Joe Goldberg tan lindo y tierno nos hizo creer que era el hombre perfecto, sin embargo, a medida que pasaban los capítulos, nos dimos cuenta que lo que era, era un psicópata que llegó a matar a la 'mujer de sus sueños'. ¿Para qué? Porque si 'no era de él, no era de nadie'.

Ahora por San Valentín, nos trae otra serie que promete ser igual o más escalofriante que la anterior y se llama 'Dirty John', lo mejor de todo, es que te pondrá los pelos de punta ya que esta historia está basada en hechos reales así que te recomiendo que la veas acompañada.

Esto está inspirado en el podcast creado por Christopher Goffard, sobre el misterioso caso de la empresaria millonara Debra Newell y su muy inteligente estafador John Meehan. Como siempre pasa en todas las series, este hombre parecía atento, romántico, dedicado, detallista, atractivo y exitoso.

Lo que toda mujer espera conocer alguna vez en su vida para poder quedarse con él y formar una familia. Sin embargo, las hijas de Debra no opinaban lo mismo de él, ya que tenían un sexto sentido, el que tenemos todas las mujeres, o bueno, casi todas, que no les daba buena espina. 

Esto se debía a que las jóvenes notaban que John estaba con ella solo por su dinero, pero su madre no quiso escuchar, estaba cegada por el amor. Como no se quedaron con los brazos cruzados para ver como sufría su progenitora, contrataron a un detective para que persiga al cazafortunas. 

Así como Joe hizo lo posible para ganarse la confianza de Beck y así poner a todo el mundo de su lado, lo mismo hará John con Debra, pero tiene un lado más oscuro, más tenebroso y todo el mundo sabrá que detrás de esa cara de 'yo no fui', se esconde un hombre peligroso.

Aquí te dejo el trailer para que veas más o menos de lo que se trata y así compartirlo con tus amigas o en el mejor de los casos, verlo juntas. Estas series nos demuestran que nunca se termina de conocer a una persona, así que tenemos que tener cuidado con quién nos metemos. No todos tienen buenas intenciones.