Sabías que ‘Shrek’ se basó en una persona de carne y hueso

El ogro verde Shrek, un personaje que a pesar de que tenía un gran corazón era juzgado por su aspecto físico, nos dejó una importante lección, pues nos hizo entender a las fans de la saga, que la belleza y el dinero, no lo son todo en la vida. Pero, ¿sabías que el personaje de Dreamworks, al parecer estaba inspirado en una persona real? Ahora te contamos su historia.

El nombre de este hombre fue Maurice Tillet, nacido en Francia en 1903, fue un niño muy esperado y amado por sus padres, quienes lo apodaban como ‘ángel’. Maurice, a diferencia del ogro de la película, era todo un erudito, pues aprendió a hablar 14 idiomas, escribía poesía, trabajó como actor y quienes lo conocieron afirmaban que tenía un fino sentido del humor.

Tillet además, estaba estudiando derecho cuando a los 20 años, su cuerpo cambió por completo. Se le hincharon la cara, los brazos y las piernas sin ninguna razón aparente. Al consultar con los médicos, le diagnosticaron acromegalia, una rara enfermedad que hace que los huesos de la cabeza y extremidades crezcan sin control debido a una alteración en la hormona del crecimiento.

Este trastorno hormonal, no solo le causaba un profundo dolor corporal, sino también permitió a que sus compañeros se burlaran de él, obligándolo a huir de Francia a América, dejando de lado sus sueños de ser un gran actor y sus estudios de derecho. Fue entonces cuando encontró un trabajo como luchador, sin imaginar que este nuevo empleo lo llevaría al estrellato.

Fue Karl Pojello quien vio un potencial en la lucha libre a Tillet, convenciéndolo de que se uniera al mundo del espectáculo. Gracias a sus habilidades y a sus rasgos físicos, los cuales le daban un plus al show, es que este hombre fue apodado primero, como “el ogro del cuadrilátero” y más tarde como el “Ángel francés”, convirtiéndose en la principal atracción de la American Wrestling Association y campeón de los pesados en los años 40.

La vida de Tillet se apagó de un ataque al corazón a los 51 años, tan solo 12 horas después de que su gran amigo y descubridor, Karl, falleciera luego de perder la batalla contra el cáncer de pulmón. Ambos fueron enterrados juntos como muestra de su amistad y apoyo.

Sin duda esta historia nos deja una importante lección de vida, y como lo dijo el mismo Shrek, ‘no juzguemos a las personas sin siquiera conocerlas’.