Abuelitos con enfermedad terminal cumplen su último deseo: se despiden de la nieve

Nadie está libre de desarrollar cualquier tipo de enfermedad, desde las más leves hasta aquellas que no tienen cura posible.

Aquellos que son diagnosticados con males terminales, siempre tienen algo que quieren hacer como última voluntad. Hace unos días se hizo viral la fotografía de una pareja de ancianos quienes, acostados en sus camillas, veían la nieve por última vez. Esto se dio gracias a que un solidario hombre mediante su fundación les permitió cumplir su último deseo.

El nombre de este generoso hombre es Kees Veldboer, paramédico originario de los Países Bajos, quien tuvo esta maravillosa idea a raíz de que se presentó un retraso en el traslado de uno de sus pacientes de un hospital a otro.

Kees le preguntó si quería ir a algún otro lugar mientras esperaban la autorización de traslado a lo que el paciente le respondió que anhelaba ir al Puerto de Róterdam. Veldboer no solo lo llevó al lugar, sino que hizo todo lo posible para que este hombre navegara por última vez a pesar de necesitar la camilla para ello.

El paramédico comprendió entonces que todos tienen un último deseo que quisieran cumplir. Fue así como este hombre de 60 años decidió adquirir una flota de ambulancias que más tarde serían utilizadas para trasladar a enfermos terminales para que puedan cumplir su ‘última voluntad’.

Luego de esta experiencia, junto a su esposa Ineke, hicieron una fundación llamada Stichting Ambulance Wens-Ambulance Wish Foundation, a través de la cual, han llevado a miles de pacientes a partidos de fútbol, exposiciones de arte y a las montañas suizas, por ejemplo.

“Es tan lindo verlos felices, para nosotros es algo fácil, pero para ellos es algo muy especial. Hemos transportado a personas por millas incluso a otros países, y los hemos llevado a increíbles lugares", afirmó el paramédico.

El caso más ‘hermoso’ según el paramédico retirado fue el de una mujer, quién diagnosticada con una enfermedad terminal, fue llevada a un hospicio para que pase allí sus últimos días, sin embargo, lo único que ella quería hacer era ver su casa por última vez. A través de su fundación cumplieron el sueño de la mujer, quien murió dos días después.

De acuerdo con lo informado, la fundación ya ha ayudado a más de 14 mil pacientes terminales a cumplir su último deseo y trabajan con al menos 270 voluntarios medicamente entrenados, para que puedan brindarles todas las atenciones necesarias que esta clase de pacientes necesitan.

No cabe duda que Veldboer les devolvió la alegría a estos pacientes que ya habían perdido toda esperanza de vivir.