¿Cómo se trata a un hombre que te hace daño?

Después de una ruptura amorosa muchas veces nos quedamos con el corazón destrozado, está claro que para nadie es fácil aceptar que un amor llegó a su final por más mal que nos hayan tratado.

Sin embargo, muchas veces no logramos entender la razón del por qué terminamos una relación y tampoco queremos aceptar que se acabó, pero cuando una persona ya no quiere estar contigo, lo mejor es dejarla partir. No vas a conseguir nada reteniéndola y mucho menos amenazando.

¿Te trató mal? Es una pregunta que deberían hacerse muchas mujeres, si tu respuesta es un sí, entonces no deberías seguir luchando por un amor imposible y mucho menos si jamás te van ofrecer lo que tanto buscas.

Una de las reacciones típicas de algunas mujeres es tratar mal a ese hombre, sacan un lado oscuro que tal vez ni ellas mismas conocían. Hay hombres que te verán y se reirán, están los que se alejaran aún más y están los que se quedaran por pena de verte así.

¿Tratarlos mal es una buena opción? Tal vez esta pregunta te lo hayas hecho en algún momento, después de que haya pasado mucho tiempo y quizás ahora te arrepientas. Sabemos que la cólera y el enojo pueden lograr que odiemos a esa persona en ese instante de pelea. Quizás creemos que mostrándole un lado malo somos más fuertes, pero en realidad solo quedaremos “mal paradas”.

En este caso lo mejor es que te quedes callada, es mejor no decir cosas de las que te puedas arrepentir y mejor aún, no actúes de una manera descontrolada, será mucho peor cuando se refiera a ti como “Loca”, eso podría fastidiar mucho más a una mujer.

Es importante que aprendas a controlar tu enojo, ten por seguro que irte sin decir ninguna palabra le dolerá más a él que a ti, si necesitas desahogarte, hazlo, pero con amigas. Al final ellos siempre regresas, pero tú te haces más fuerte y decidida de lo que mereces.

Y no, no vale la pena tratarlos mal, a pesar de que ellos lo hicieron contigo, no demuestres ese lado oscuro porque tu misma podrían arrepentirte. Si ya lo hiciste, tampoco tienes nada de que arrepentirte. Bien dicen que de los errores se aprenden.