Anciano le deja todos sus bienes a su perrito Jack por el ‘irregular comportamiento’ de sus hijos

Los hijos debemos velar por la seguridad y bienestar de nuestros padres cuando estos ya cumplieron con su deber de educarnos y cuidarnos y no porque debamos tomarlo como una obligación, sino como una excusa para agradecerles por todo lo que hicieron por nosotras en su momento.

Sin embargo, existen muchos malos hijos que solo se preocupan por sus padres cuando estos están a punto de morir y saben que les dejarán una jugosa herencia, tal como pasó con Om Narayan Verma, un hombre de India que se hizo popular en Facebook por castigar severamente a sus hijos.

El señor tiene 50 años y viven en la localidad de Chhindwara junto a su esposa y su mascota, un perrito llamado Jack. Don Om Narayan es un granjero retirado que se encuentra mal de salud y no por el coronavirus, sino porque su arduo trabajo en el campo junto a sus fieles compañeros, ha comenzado a pasarle factura.

El adulto mayor permanece en su casa siguiendo los protocolos de seguridad para no contraer el virus, pero, sus hijos hacen caso omiso a las reglas que se impusieron en el hogar, por lo que el señor no tuvo mejor idea que castigarlos dejándolos sin herencia.

“Mi esposa y mi perro me cuidan. Por lo tanto, soy el más cercano a ellos. Después de mi muerte, quiero que mi segunda esposa, Champa, y el perro Jacky, hereden todas las propiedades que tengo. La persona que cuida al perro heredará la propiedad que le he reservado”, escribió el granjero en su testamento, según revela Time Now News.

Asimismo, el diario Nai Dunai, compartió en su cuenta de Facebook que, según sus investigaciones, el señor cuenta con 14 hectáreas, las cuales fueron repartidas entre dos: 7 espacios para su segunda esposa y el resto para su perrito.

Ante esta situación, los hijos de Om Narayan pegaron el grito al cielo y pidieron explicaciones sobre lo que estaba pasando, pero solo lograron que los internautas los llamaran interesados y reprocharon su mal actuar para con su padre.

No seamos mal agradecidas con nuestros padres, pues no sabemos todo lo qué han hecho para darnos lo mejor.