Mitos: ¿Es realmente necesario esperar dos horas después de comer para poder ingresar al mar?
Esta es una creencia que ha estado muy presente en el imaginario colectivo.
Esta es una creencia que ha estado muy presente en el imaginario colectivo.
Chicas, la llegada del verano está a la vuelta de la esquina y aun cuando por las noches todavía sentimos frío, los días de sol y la playa están cada vez más cerca de nosotras. Obviamente, esto viene acompañado de algunas rutinas que a muchas nos gusta implementar durante estos periodos del año que no suelen ser de los más extensos.
Como es de esperarse, el retorno del calor no solamente significa tener al sol siempre presente en nuestros días, sino que también el regreso de otras actividades muy cómodas para algunos como el ingreso a las piscinas o el poder disfrutar del mar con toda la seguridad del mundo. Sin embargo, para ambas situaciones ha surgido un mito que ha perdurado en el tiempo. De acuerdo con una creencia popular, las personas deben esperar como mínimo dos horas después de comer para poder meterse o a la pileta o a la playa.
Esta creencia que se ha visto reforzada con el paso del tiempo ha generado opiniones divididas en todo el mundo, pero así como algunos tratan de negarlo, hay quienes prefieren no jugar con eso y deciden seguir la regla al pie de la letra sin ningún tipo de cuestionamiento. Bueno, es por ello que aquí te vamos a contar si es que es tan cierto lo que se dice o si se trata todo de una mentira creada con el paso del tiempo.
¿Es necesario esperar dos horas luego de comer para ingresar al mar?
De acuerdo con la Cruz Roja Española, esta creencia no se basa en ningún tipo de evidencia científica sólida. Comer antes de nadar no representa ningún riesgo que contribuya directamente a ahogarse. El llamado “corte de digestión” no es más que un malentendido que se ha popularizado con el tiempo.
Lo que sí hay que tener en cuenta es la hidrocución, un shock termodiferencial que ocurre cuando el cuerpo, tras haber estado expuesto a una constante actividad física, se sumerge bruscamente en agua fría. Este cambio repentino puede alterar significativamente el sistema cardiovascular y respiratorio, de acuerdo con la Sociedad Española de Médicos de Urgencias y Emergencias.
No existe evidencia científica que valide este tipo de mitos y aun cuando puedan suceder problemas que se podrían considerar relacionados, lo cierto es que probablemente influyan otro tipo de factores como el previamente mencionado. Sin embargo, la Cruz Roja indica que la recomendación de las dos horas puede ser una simplificación preventiva más que una regla absoluta.