¿Por qué elegimos el "73" o "37" cuando elegimos un número al azar?

Muchas veces creemos que algunas de las cosas que nos suceden no tienen una explicación y que son solamente provocadas por el azar del destino. Si bien esto puede llegar a ser cierto, otras sí tienen una causa e incluso nacen alrededor de esta pregunta y se convierten en estudios que pueden llegar a tener respuestas más complejas de las que nos podríamos esperar.

Así sucede con los números “73” y ·37”, que a través de un estudio realizado a 200.000 personas se llegó a determinar que son los que más recurrencia tuvieron dentro de este grupo de personas y es que al ser consultados sobre qué números elegirían en el rango del 1 al 100, una gran cantidad de ellos decidieron optar por decir estos dos números.

Algo que claramente indica una tendencia global hacia estos números, en una gran cantidad de casos influenciada por su propia cultura, ya que tanto el número 3 como el número 7 están asociados a la buena suerte y la fortuna. Circunstancia que no sucede con los números pares y los números que terminan en 0, siendo los puntos medios los que más llamaron la atención de las personas. 

El estudio también llegó a determinar que la percepción de la aleatoriedad no es para nada aleatoria en absoluto. Llegada a esta conclusión, también se indica que son muchos los factores que influyen en que esto se dé en las personas, ya que los mismos juegos de azar, diseños de algoritmos de seguridad e incluso la misma psicología van construyendo un concepto bastante concreto de lo que significa esto para las personas.

Y es que esto no es para menos, puesto que constantemente estamos siendo estimulados o relacionando cosas al azar en conjunto. Ya sea que tengamos que crear una contraseña o elegir un número para algún mecanismo de seguridad, todo siempre va a estar sujeto al azar y lo que nosotros percibimos de este concepto.

No es una casualidad que muchas personas marquen una tendencia hacia estos números, ni tampoco es una coincidencia que estos sean relacionados con la buena suerte. Todo puede llegar a tener una respuesta muy bien fundamentada, incluso aquellas cosas en las que ni siquiera nos habíamos puesto a pensar.