¿Cuándo te vas a casar? La incómoda pregunta de las fiestas de fin de año
Durante las festividades es muy común escuchar una que otra pregunta, algunas curiosas y otras incómodas.
Durante las festividades es muy común escuchar una que otra pregunta, algunas curiosas y otras incómodas.
Preguntas que pueden generar distintas emociones, tanto positivas como negativas. Muchas de estas interrogantes son generadas por los familiares cercanos, las amistades e incluso la pareja, y no hay quien se salve de responder por puro compromiso.
No todas las preguntas son inapropiadas o incómodas, pero algunas suelen cruzar límites personales o íntimos. Las más habituales durante una reunión son: los propósitos para el siguiente año, los logros y oportunidades como el puesto laboral y el salario; y las más peligrosas: cuándo te vas a casar, para cuándo la familia y cuántos hijos vas a querer.
¿Qué tan fácil es hablar de matrimonio o proyección familiar para las mujeres? No es novedad que el tema aparece en cada oportunidad posible. Increíblemente, son otras mujeres como la abuela, madre, hermana o tía las que preguntan. Para algunas personas, según Mundo Psicólogos, el matrimonio es un paso legal y para otras casarse implica una mayor responsabilidad, que solo depende de ellas querer asumirlas o tener más tiempo para asimilarlas.
Por otro lado, se tiene que ser consciente de que ciertas preguntas pueden tener un impacto emocional en el resto. Es de suma importancia tener en cuenta que una mujer, especialmente hoy en día, escoge su propio camino y tiempo para tomar decisiones importantes en su vida, como el matrimonio.
Según Área Humana, cuando a una mujer se le pregunta cuándo se va a casar ella puede experimentar emociones negativas como incertidumbre, miedo al futuro y temor a lo que sucederá. De hecho, esto puede generar ansiedad y preocupación, ya que la persona puede sentir presión por las expectativas sociales o culturales de casarse en cierto momento de su vida.
En cuanto al miedo, este puede bloquear la toma de decisiones y generar inseguridad sobre qué deparará el futuro hasta el punto de generar incomodidad y estrés. En un artículo del National Institute of Mental Health (2023), se menciona que el temor forma parte de la respuesta normal de “lucha o huida” del cuerpo.
El matrimonio es una decisión personal y no todas las personas desean compartirlo con los demás. En ese sentido, evitar hacer ese tipo de preguntas es una forma de mostrar empatía y respeto hacia la otra persona. Siempre es mejor centrarse en conversaciones positivas y en disfrutar de la compañía de los seres queridos durante las fiestas.
En esas situaciones muchas personas no se atreven a mostrar su desacuerdo o suelen perder el control cuando la conversación o las cosas no marchan como lo desean. Para ello Kids Health propone algunos consejos: si no estás cómoda con ciertas preguntas no lo tomes personal, evita despreciar las ideas y creencias de otras personas, establece límites, sé honesta, mantén la calma y si es posible cambia de tema.
Recuerda que cada mujer tiene el derecho de establecer sus propios límites y decidir que compartir de su vida personal. Si alguna pregunta te genera emociones de rabia y enojo es importante reconocerlos y manejarlos de la manera más saludable. Respira y toma un momento, mantén la calma, expresa tus sentimientos de manera asertiva, cambia el enfoque de la conversación y, sobre todo, busca apoyo.
Es normal sentir emociones intensas, pero es aún más importante aprender a manejarlas de manera constructiva para mantener relaciones saludables y evitar conflictos innecesarios. No te sientas obligada a responder preguntas que te hagan sentir incómodo o invadan tu privacidad. Primero estás tú, luego el resto.