Dormir mal contribuye al aumento de peso
¿Te has preguntado por que la falta de sueño propicia el aumento de peso? Presta atención a esta nota.
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Dormir poco o el tener un mal descanso no solamente afecta tu rendimiento y capacidad mental, sino que también puede hacer que aumentes de peso. La nutrición y el sueño comparten una relación estrecha y bidireccional, esto quiere decir que la dieta alimentaria puede influir en el sueño y viceversa.
El comportamiento alimentario está controlado por dos hormonas esenciales: la grelina y la leptina. Mientras que la grelina busca convencerte de que debes comer algo para saciar tu hambre, la leptina te dice que no necesitas nada y aumenta tu sensación de saciedad. Sin embargo, somos nosotras mismas las que ayudamos a mantener un equilibrio entre las dos hormonas.
El dormir muy poco o mal aumenta la grelina que es la hormona del hambre. Esto es impulsado por la búsqueda del cuerpo de aumentar la energía a través del consumo de alimentos. Y como resultado, las personas que no duermen lo suficiente comen un promedio de 200 a 300 calorías más al día.
El sueño es uno de los factores más críticos para mantener un peso saludable. Quienes duermen mejor tienen menos posibilidades de aumentar de peso y más posibilidades de perderlo si están adoptando una dieta con ese objetivo.
Las pocas horas de sueño y un descanso que no es para nada reparador pueden provocar trastornos metabólicos, aumento de peso y un mayor riesgo de obesidad. Las personas que no descansan bien tienden a elegir alimentos ricos en calorías y carbohidratos.
Y aunque no lo creas, dormir también quema calorías, un aproximado de 50 calorías por hora mientras dormimos. Eso depende de la tasa metabólica basal (TMB) de cada persona, con eso se refiere a la energía necesaria para funciones esenciales como la respiración, la circulación, la regulación de la temperatura y también el crecimiento y reparación celular.
Consumir menos fibra, más grasas saturadas y más azúcar a lo largo del día puede dañar el sueño, haciéndolo más ligero y menos reparador, y aumentando los despertares durante la noche. Por eso, es recomendable consumir un dieta rica en alimentos de origen vegetal y cereales integrales lo que puede ayudar a dar un giro positivo a la calidad del sueño.