Las mujeres que duermen poco son más inteligentes, pero menos confiables

Uno de los placeres de la vida es dormir, no solo porque recargamos energías para seguir con nuestra rutina diaria, sino porque es sano para nuestro cerebro. A pesar de que se dice que las personas adultas debemos dormir entre 7 u 8 horas, no todas lo hacemos, ya sea por costumbre o por necesidad.

Ahora bien, si eres de las chicas que son “alondras”, es decir, que se duermen a penas se oculta el sol y se despiertan a las 6 o 7 de la mañana, significa que tienes un ciclo de sueño perfecto que va de acuerdo a la característica diurna de los humanos, y que sueles descansar bien. Del mismo modo, inicias tus días de manera más activa.

Pero, ¿qué sucede con las chicas “lechuzas”? Según el psicólogo evolutivo Satoshi Kanazawa de la London School of Economics, afirma que las mujeres que son más activas durante la tarde y la noche y normalmente duermen a las 2 de la mañana, tienen el coeficiente intelectual más alto que aquellas que se acuestan temprano.

Además, explicó que cuando dormimos nuestro ritmo cardiaco disminuye y dejamos de producir hormonas, lo cual nos permite descansar y recuperar energías.

Por otro lado, un estudio realizado por The Psychology Today, asegura que el ritmo biológico de las mujeres que duermen poco, es mucho más lento, por lo que no tienen la necesidad de dormir o acostarse durante la noche. Esto le permitiría a su cerebro mantenerse activo por más tiempo y concentrarse mejor en determinadas actividades.

Las mujeres lechuzas buscan la paz y la calma de la noche porque son las horas en las que más inspiradas se sienten, son capaces de analizar, crear y pensar de una forma más eficiente que cuando lo hacen a la luz del día.

Sin embargo, para Kanazawa, las mujeres lechuzas no funcionarían al 100% durante el día, por lo que son menos confiables a la hora de desarrollar horarios de oficina, por ejemplo, pues usualmente inician sus actividades alrededor de las 10 am, a diferencia de las chicas “alondras”.