Crean cementerio para bebés que murieron antes de nacer

Debbie Balino es una joven canadiense que se aferró a la idea de ser madre y ahora lo ha cumplido. Ella tuvo nueve pérdidas en su embarazo antes de que naciera su primera hija.

Whatthegirl.com
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Debbie Balino es una joven canadiense que se aferró a la idea de ser madre y ahora lo ha cumplido. Ella tuvo nueve pérdidas en su embarazo antes de que naciera su primera hija.

Tener un hijo es algo con lo que muchas mujeres sueñan. No todas tenemos el mismo sueño, por ejemplo yo no quiero ser madre pero mi hermana sí. Cuando nació mi sobrino fue el día más feliz de mi vida. Ella había cumplido su anhelo y ese pequeño es el centro de nuestra vida. 

Toda mi familia lo ama y le da los cuidados que necesita, sin embargo, no todas pasan por esa misma suerte ya que muchas chicas intentan convertirse en mamás pero por cuestiones naturales no pueden. Quizá su cuerpo no se ha desarrollado completamente o tienen alguna enfermedad que impide que puedan concebir. 

Muchas se dan por vencidas y creen que su cuerpo no pueda resistir un embarazo así que dejan de hacerse tratamientos y ese tipo de cosas, pero debes saber que la esperanza es lo último que se pierde. Debbie Balino es una joven canadiense que se aferró a la idea de ser madre y ahora lo ha cumplido. 

Ella tuvo nueve pérdidas en su embarazo antes de que naciera su primera hija, ese episodio la marcó muchísimo tiempo pero el sueño de ser mamá fue lo que le animó a seguir adelante. "Perdí a Victoria a las 21 semanas (de embarazo) en 2013. Estaba destrozada y pasé un tiempo terrible", cuenta. 

Contó en una entrevista que le hicieron en la BBC, que los bebés que no nacieron fue por abortos espontáneos: "Son muy jóvenes para un funeral, pero muy viejos para ignorar que existieron. No sabíamos dónde colocar a Victoria, así que la dejamos en el hospital. Allí dijeron que era 'basura biológica' y me rompieron el corazón en pedazos".

A cualquier mujer le destrozaría la idea de que llamen 'basura' a sus hijos fallecidos, lo peor de todo es que se lo dijeron como si fuera algo normal y natural sin imaginar el dolor por el que Debbie y su pareja estaban pasando. No obstante, aun quedan personas buenas en este mundo como su doctor.

Uno de los médicos que le atendió, le dijo que existía un lugar llamado 'Spirits Garden' (Jardín de los Pequeños Espíritus). Más que un cementerio, es un bosque pequeño donde se recuerda a los bebés que no pudieron nacer y que murieron en el vientre de su madre. 

Este se encuentra en el Cementerio Royal Oak en Victoria, Columbia Británica. A lo largo de este lugar hay unas mini lápidas que son llamadas "las casas de los espíritus". Cada una conmemora a un bebé fallecido. Hasta el momento hay 400 casitas pero tiene espacio para 3 mil.

Debbie y algunos médicos se encargan de contactar a los padres que lastimosamente perdieron a un hijo. Lo genial es que es gratis y muchas personas donan dinero para que el jardín este regado, además pueden ir a ponerle flores y quedarse ahí por un momento. 

Si una madre o padre desea que su hijo sea cremado, las cenizas pueden esparcirse en algún lugar del cementerio o ambos se lo puede llevar para lanzarlo al mar o tenerlo en su hogar. Les dan una bóveda especial para guardar los restos y así llevárselo o enterrarlo.

La joven canadiense va cada cierto tiempo para visitar a sus nueve hijos y eso aún la destroza, pero está tranquila ya que sabe que tiene un lugar donde puedan descansar en paz:

"Que me hayan dado una casa de espíritu es lo más generoso, amoroso y amable que un ser humano puede hacer por otro. Porque lo triste de un aborto o un parto de feto muerto es que es un tabú y no se discute (...) Este jardín es un lugar donde eres libre de sentir lo que necesites sentir y de tener el luto que desees tener".

Los arquitectos expertos en ingeniera, Bill Pechet y Joseph Daly, hicieron posible el 'Spirits Garden'. La idea nació gracias a Pechet por su estadía en Japón. Ahí vio una técnica oriental llamada Jizo que consiste en crear mini estatuas que representa a los niños fallecidos. 

No creas que porque no nació no merece una sepultura. Los bebés son regalo de Dios y muchas mujeres están felices de poder convertirse en madres, pero debes tener en cuenta que no todas pueden. Es algo bastante doloroso ya que no pudieron cumplir lo que tanto anhelaban. 

Debbie comparte su historia con las personas a través de las redes sociales y espera que más puedan unirse a ella y así hacer de este lugar un cementerio lleno de angelitos que no pudieron conocer el mundo, sin embargo, sabrán que tienen una madre que las amó y dio todo para que puedan descansar. 

Comparte esta nota con tus amigas, familia, conocidas, y quizá en su país puedan iniciar un jardín parecido, recordemos que no todas las mujeres tienen dinero para darle el último adiós a su hijo no nacido.