La luz de las luciérnagas se está apagando

Los insecticidas, la reducción de su hábitat y la luz artificial están perjudicando la supervivencia de las luciérnagas.

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Los insecticidas, la reducción de su hábitat y la luz artificial están perjudicando la supervivencia de las luciérnagas.

La extinción de muchas especies silvestres es un problema que está avanzando cada vez más. Para nadie ya es un secreto que la contaminación no solo afecta a los humanos sino también a cualquier ser vivo sobre la Tierra. Una de las especies que se ve afectadas por la reducción de su hábitat natural son las luciérnagas. Aquellos insectos que, con sus luces nos regalan un espectáculo mágico de luz en la oscuridad.

Existen más de 2 mil especies de luciérnagas que iluminan humedales, pantanos, praderas y bosques en todo el mundo. Según explica la bióloga de la Universidad de Tufts en Massachusetts y autora principal del estudio publicado en la revista BioSciencie, Sara Lewis, “las luciérnagas tipo Big Dipper pueden vivir en prácticamente cualquier lugar. Y aunque estos insectos están floreciendo en los Estados Unidos, otras especies como los gusanos luminosos del sur de Inglaterra y las luciérnagas sincrónicas de Malasia, se están extinguiendo por la constante expansión de la humanidad”.

El estudio resalta que una de las razones por la que estas especies están en peligro se debe a la reducción de su hábitat, seguido por la contaminación lumínica y el uso constante de los pesticidas.

Lewis agregó que estas especies necesitan condiciones especiales para completar su ciclo de vida. Por ejemplo, una luciérnaga de Malasia (Pteroptyx Tener) necesita de manglares para sobrevivir. Investigaciones recientes afirman que la conversión de los manglares a plantaciones de aceite de palma y granjas acuícolas ha disminuido la población de este tipo de insectos.

Por otra parte, la contaminación lumínica es considerada la segunda amenaza más grave para las luciérnagas, pues además del aumento desmedido de luminaria en la última década, interrumpe los biorritmos naturales, no solo los de los insectos sino también el nuestro y arruina los rituales de apareamiento de las luciérnagas. Muchas de ellas dependen de la bioluminiscencia para encontrar o atraer a sus parejas, según comenta Avalon Owens, candidato a PhD en biología en Tufts y coautor del estudio.

Ahora toca el turno de hablar de los pesticidas. Los especialistas en luciérnagas explican que la mayor exposición de estos insectos a los insecticidas, ocurre durante su etapa larvaria ya que las luciérnagas juveniles pueden pasar hasta dos años viviendo bajo tierra o bajo el agua. Además, estos pesticidas como los organofosforados y los neonicotinoides, están diseñados para matar todo tipo de plagas, sin embargo, estos también afectan a estos insectos.

Aunque no lo creas, el turismo en lugares donde se encuentran poblaciones numerosas de luciérnagas, está afectando de cierto modo la vida natural de estos seres luminosos. En países como Japón y Taiwán, visitar los bosques y manglares solo era una actividad recreativa, sin embargo, la belleza del espectáculo hace que más personas se acerquen cada año, dañando el ecosistema de las luciérnagas.