¿Estás cansada de usar toallas higiénicas y tampones? Aquí tienes otras alternativas

Todos los meses, nos llega a las mujeres el periodo menstrual. Desde que somos adolescentes, sabemos cuáles son los dolores que padecemos, los famosos cólicos menstruales.

Depende del flujo que tengas, debes cambiar la toalla higiénica porque si no, corres el riesgo de ensuciarte o marchar tu pantalón. A veces es incómodo pero debemos usarlo por protección.

Hay de diferentes tamaños y colores, en sus empaques podemos ver las bondades que nos ofrece como mayor absorción, olor agradable o de tela suave y de algodón.

Sin embargo, al año, las mujeres utilizamos miles de estos productos y al desecharlo no son reciclables. Esto contribuye a la contaminación ambiental.

Algunos médicos indican que estas toallas tienen elementos químicos que contribuyen a las enfermedades como infecciones al sistema reproductor femenino.

Así que te presento otras alternativas si ya no quieres utilizar toallas higiénicas ni tampones:

 

 

1. Copa menstrual

Seguro habrás escuchado hablar sobre la copa menstrual pero, ¿sabes sus bondades? Lo primero que debes tener en cuenta es que es reutilizable así que estarías contribuyendo con el medio ambiente.

Primero, debes hervirlo en agua por unos tres minutos, luego, debes introducirlo en tu zona íntima como si estuvieras poniéndote un tampón. Cuando sientas que está lleno, lo retiras y botas el contenido.

Finalmente, lo lavas, lo vuelves a hervir y lo esterilizas, en el empaque viene con una pastilla esterilizante, y lo reutilizas. Los médicos indican que este producto puede durar años.

 

 

2. Toallas higiénicas reutilizables

Son literalmente iguales a las que usamos solo que estas tienen una ventaja: se usa y se lava.

Las puedes conseguir en las farmacias y sus creadoras aseguran que son mejores que las toallas higiénicas normales ya que estas no generan irritación y son muy cómodas.

 

 

3. Esponja marina

¿Habías escuchado de este producto? Pues es buenísimo. Para utilizarlas, solo debes mojarlo con agua tibia, la exprimes y la colocas en tu zona íntima. No te preocupes, este se adapta a tu cuerpo.

Absorben bien y cuando ya esté copado, lo sacas y lo remojas en un recipiente con unas gotitas de aceite. Esto servirá para que quite los restos que quedan de tu periodo.