Por: Manuel Chamolí • Whatthegirl.com

La falta de vitamina B: señales silenciosas que tu cuerpo muestra cuando algo no está funcionando bien

En el día a día pueden aparecer señales que revelan una posible deficiencia de vitamina B. Esto es lo que debes observar.

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¿Cómo saber si tu cuerpo necesita más vitamina B?. Foto: Pexels
¿Cómo saber si tu cuerpo necesita más vitamina B?. Foto: Pexels

En el día a día pueden aparecer señales que revelan una posible deficiencia de vitamina B. Esto es lo que debes observar.

A veces, ciertos cambios en el cuerpo pasan desapercibidos porque se confunden con cansancio, estrés o sobrecarga laboral. Sin embargo, algunas señales físicas pueden estar relacionadas con un déficit de vitamina B, un grupo esencial para la energía, el sistema nervioso y la salud celular. Aunque no se trata de un diagnóstico, reconocer estos indicios permite tomar decisiones informadas sobre alimentación y cuidado personal.

¿Qué funciones cumple la vitamina B en el organismo?

La vitamina B incluye varias vitaminas que intervienen en procesos fundamentales. La B1 y la B2 están vinculadas a la producción de energía; la B6 participa en la formación de neurotransmismisores; la B9 y la B12 contribuyen a la síntesis de glóbulos rojos y al funcionamiento del sistema nervioso. Cuando alguna de estas funciones se ve comprometida, el cuerpo suele mostrar señales claras.

Uno de los síntomas más frecuentes es la fatiga persistente. No se trata del cansancio habitual después de un día intenso, sino de una sensación constante que no mejora con descanso. Este tipo de agotamiento puede desarrollarse cuando la producción de energía celular disminuye por falta de vitaminas del complejo B.

Otro síntoma común es la debilidad muscular o la sensación de falta de fuerza para realizar actividades cotidianas. En algunos casos, pueden aparecer hormigueos en manos o pies, una señal asociada a la B12 y la B6, ya que ambas participan en la salud de los nervios periféricos.

Los cambios en la piel también son una alerta frecuente. Labios resecos, grietas en las comisuras, piel más sensible o irritaciones pueden relacionarse con deficiencias de B2, B3 o B6. Asimismo, algunas personas presentan caída de cabello o uñas más frágiles.

El complejo B tiene un papel clave en el funcionamiento cerebral. Una disminución en sus niveles puede reflejarse en falta de concentración, olvidos más frecuentes o dificultad para mantener el enfoque.

También pueden aparecer cambios en el estado de ánimo, como irritabilidad o sensación de desánimo. Estas manifestaciones no deben interpretarse como un diagnóstico, pero sí como señales que justifican una evaluación.

Las personas con dietas muy restringidas, bajo consumo de productos de origen animal o alimentación poco variada pueden presentar niveles bajos de algunas vitaminas del complejo B, especialmente la B12. También existen factores que incrementan la necesidad de estas vitaminas, como el estrés constante, el consumo de alcohol o ciertas condiciones digestivas que reducen la absorción.

Qué hacer si sospechas una deficiencia

La recomendación es evitar la automedicación. Lo más adecuado es solicitar una evaluación médica o nutricional para confirmar si existe un déficit y determinar su origen. En muchos casos, un ajuste en la alimentación puede ser suficiente. Alimentos como carnes magras, huevos, lácteos, legumbres, granos enteros y verduras de hoja verde aportan cantidades importantes de vitaminas del complejo B.

En situaciones donde la deficiencia está confirmada, un profesional puede indicar suplementos específicos. La dosis y el tiempo de uso deben ajustarse a cada persona, ya que las necesidades varían según la edad, el estilo de vida y la salud general.