¿Duermes bien y tienes sueño todo el día? Estas pueden ser las consecuencias a este problema de sueño
¿Sientes que duermes bien y aun así tienes sueño? Tu cuerpo puede estar en alerta y presentando diversos problemas.
¿Sientes que duermes bien y aun así tienes sueño? Tu cuerpo puede estar en alerta y presentando diversos problemas.
Hay mañanas en las que te despiertas igual de cansada y con más sueño que cuando te acostaste. Dormiste bien, comiste bien, hiciste todo “como debería ser”, y aun así sientes el cuerpo pesado. No es flojera ni falta de energía. Es algo más profundo: el tipo de cansancio que no se quita con dormir.
Esa sensación de estar agotada o con sueño sin razón aparente se ha vuelto común, sobre todo entre mujeres que viven resolviendo, sosteniendo o postergando su propio descanso. El cuerpo puede parar, pero la mente no siempre lo hace.
El cansancio invisible que nadie nota
No todos los cansancios son iguales. Hay uno que no se ve, pero pesa. Llega cuando pasas meses intentando mantener la calma, cumpliendo con todo, sin soltar nada. No se trata de dormir más, sino de descargar lo emocional.
Especialistas en salud mental explican que este tipo de agotamiento aparece cuando el cuerpo ha estado mucho tiempo en modo alerta. Aunque el día termine, la mente sigue en movimiento, repasando conversaciones, pendientes y emociones no expresadas. Con el tiempo, eso drena la energía igual que un insomnio.
En los últimos años, los terapeutas han observado un aumento de este tipo de fatiga, especialmente en mujeres jóvenes y adultas. La psicóloga clínica Gabriela Ramírez comenta que “vivimos en una cultura del rendimiento. Todo el tiempo sentimos que debemos estar bien, ser productivas, responder rápido. Y eso genera una tensión constante que se disfraza de cansancio físico”.
No siempre duele. A veces solo se nota en la desgana, en la falta de concentración o en esa irritabilidad que llega sin aviso. También en el cuerpo: dolores musculares, pesadez o esa sensación de que “todo cuesta más”.
Dormir no basta cuando lo que realmente necesita descanso es la mente. “El cansancio emocional es acumulativo”, explican los especialistas. “Si no haces pausas conscientes, el cuerpo las tomará por ti, en forma de agotamiento o desconexión emocional”.
Recuperar la energía no se trata solo de dormir más, sino de descansar emocionalmente. Eso significa no estar disponible todo el tiempo, aprender a desconectar sin culpa, permitirse no rendir. A veces descansar es apagar el ruido y no fingir que todo está bien.
Cuidarse no es egoísmo, es una forma de respeto. Y quizá por eso muchas mujeres están aprendiendo a reconocer que el cansancio y el sueño que sienten no es del cuerpo, sino del alma. Dormir bien ayuda, pero lo que realmente sana es empezar a soltar lo que pesa.