“Kuchisabishii”: palabra japonesa que explica por qué comemos sin control

El hecho de estar encerradas en casa 24/7, ha hecho, sin duda, que comencemos a desarrollar otros hábitos que no solíamos tener cuando salíamos al trabajo, a clases, o simplemente al centro comercial. ¿Acaso no te has preguntado por qué comes tanto? Pues en la cultura japonés existe una palabra que define qué es lo que nos está pasando.

Se trata de “kuchisabishii”, cuya traducción literal es “boca solitaria” o “anhelo de tener o poner algo en la boca”, el cual representaría la necesidad del ser humano de alejarse un poco de la realidad actual, recurriendo a la comida. En tal caso, esto se podría hacer tan frecuente que posteriormente, puede convertirse en un serio problema alimenticio.

La licenciada en Nutrición, Delfina Fahey, explicó al portal web Infobae que: “Tomar la comida no saludable de forma repentina, compulsiva, impaciente y descontrolada para intentar calmar el estrés, ansiedad, tristeza o angustia es consecuencia del hambre emocional. Al comer por emociones elegimos comida alta en grasas, azúcares y sodio. Posteriormente a la sobreingesta alimentaria o 'atracón alimentario’ es común sentirse con culpa. Estos episodios favorecen el aumento de peso y no resuelven la verdadera raíz que desencadenó el deseo de comer”.

En otras palabras, las emociones negativas provocan que tengamos sensaciones de vacío, los cuales intentamos llenar con comida pues creemos que es la única forma de calmar nuestra ansiedad y creamos una falsa sensación de plenitud que, al poco tiempo, desaparece, comenzando nuevamente el ciclo de hambre emocional.

Por esta razón, la especialista señalo que estudios anteriores revelaron que solo existe una manera de combatir la alimentación desordenada y evitar seguir en el circulo vicioso de la ansiedad, vergüenza y tristeza, tan característico de este trastorno: la autocompasión.

En un estudio recientemente publicado en la revista Appetite, realizado a 60 mujeres británicas, señaló que la mitad de las participantes con problemas alimenticios, encontraron en la autocompasión una herramienta para hacer frente a las emociones negativas, mientras que la otra mitad, utilizó una estrategia de autocrítica.

Asimismo, los investigadores señalaron que aquellas mujeres que utilizaron la autocompasión, demostraron menos deseos de comer en exceso que aquellas que no completaron la meditación.

Finalmente, la nutricionista Paula Analía Basili, creadora de Poulin, explicó que: “También un buen método es fijar horarios de comida y entre esos momentos buscar otras actividades para hacer y así no caer en esa necesitad puramente psíquica de consumir”.