Las vacaciones en la playa te recargan de felicidad

La playa te ayuda a conectarte contigo misma, te brinda esa paz que necesitas y mejora tu autoestima.

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La playa te ayuda a conectarte contigo misma, te brinda esa paz que necesitas y mejora tu autoestima.

La vida poco a poco se ha ido acelerando cada vez más. El trabajo bajo presión, el tráfico y la contaminación de la ciudad, no hacen nada más que causarte estrés y ansiedad. No tenemos tiempo ni para llorar, y solo pensamos en salir de vacaciones a esa playa que queríamos conocer desde hace mucho tiempo.

Sin lugar a dudas, nada nos emociona más que quitarnos la ropa de oficina y colocarnos un lindo bikini para nadar en las cálidas aguas del mar, sentir la arena entre nuestros dedos y obtener ese bronceada ideal.

Además del efecto relajante que causa la playa en ti, pues son muchos los que aseguran que escuchar las olas del mar y ese silencio del atardecer proporciona esa paz que tu espíritu necesita, irte lejos sirve para desconectarte de todo aquello que conoces, de las preocupaciones y problemas de la vida.

Un estudio realizado por la Facultad de Ciencias Marítimas de la Universidad de Kobe, en Japón, afirma que “la interacción del ser humano con el océano produce efectos positivos, proporcionándole tranquilidad y bienestar, además de una sensación de relajación, los cuales se ven reflejados en su salud mental”.

Aunque parezca algo nuevo, los seres humanos hemos podido percibir sus efectos positivos desde hace muchas décadas atrás. Se dice que los doctores del siglo XVIII recetaban viajes al mar para seguir una terapia de baños. Incluso, se construyeron hospitales netamente destinados a estas prácticas, pues ya se había descubierto que los efectos del mar en el ser humano, son transformadores.

Por otro lado, el sonido de las olas rompiendo en la orilla estimula la corteza prefrontal de nuestro cerebro. Esta área se encarga de las emociones y reflexión personal, por lo que, al activarse, será mucho más sencillo conectarnos con nuestras emociones y nuestro interior.

El mar también nos ayuda a activar nuestro modo zen. A pesar de la inmensidad del mar y que desconocemos lo que se esconde en sus profundidades, sus sonidos nos recuerdan a los latidos del corazón de nuestra madre mientras estamos en el vientre, por lo que nos sentimos más protegidas y seguras. La paz de estos lugares nos proporciona tranquilidad y nos permite conectarnos en cuerpo y alma con la naturaleza.

Ir de vacaciones al mar nos permite tener un mejor control hormonal. El ambiente en el que nos encontramos, rodeadas de tanta naturaleza, nos hace liberarnos del estrés por completo. Nos invade la calma y al mismo tiempo nos oxigenamos aumentando la serotonina en nuestro organismo, en otras palabras, somos más felices.

La playa nos llena de energía para hacer otras actividades, como pescar, surfear, o inclusive, te hace pensar en hacer cambios importantes en tu vida personal. El mar es el mejor desintoxicante para el alma. Así que, si estás pensando en irte de vacaciones, no dudes en encontrar una conexión natural con el mar, pues además de relajarte y recargar energías, te ayuda a encontrarte contigo misma.

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