Maskné: el acné producto del uso prolongado de mascarillas y cómo evitarlo

Desde el inicio de la pandemia por coronavirus, el uso de las mascarillas se ha vuelto primordial y parte de nuestro outfit diario, pero, así como nos protege del virus y de la contaminación del ambiente, también nos puede causar irritaciones en la piel, pues esta no está acostumbrada a su uso por lo que puede resentirse.

Según información de la BBC Mundo, expertos han señalado que se han incrementado casos de “maskné” o “acné por mascarilla” desde el inicio de la pandemia. Aunque su término técnico es acné mecánico, es mejor conocido como “acné del deportista” o “de fricción”, pues se desarrolla por la fricción mecánica de un tejido sobre la piel, como ocurre, por ejemplo, en los jugadores de futbol americano.

“En realidad es un acné común que puede darse en personas que nunca lo tuvieron. La mascarilla va a ser fundamental para protegernos y tenemos que convivir con ella, pero nuestra piel no está habituada a ella y este es uno de sus efectos”, señaló la doctora Mar Mira, especialista en medicina estética y nutrición a la BBC.

Este tipo de acné es más común de lo que se cree y suele encontrarse en médicos o personal de salud, pues son ellos quienes usan estas mascarillas desde mucho antes que comenzara todo el tema de la crisis sanitaria.

De hecho, un informe publicado en la revista médica Journal of the American Academy, señala que el 83% de los trabajadores sanitarios en Hubei, China, han presentado problemas dermatológicos como consecuencia del uso prolongado de tapabocas.

“La piel respira menos. Hay una oclusión y un rozamiento, y si se añade el calor y el sudor, lógicamente el poro no está tan oxigenado y hay más capacidad de infección por las propias bacterias que tenemos en la piel. Además, el estrés y la mala alimentación también provocan acné, agrega Mira.

Asimismo, señala que, si se padece de este acné, para tratarlo se debe tener en cuenta el tipo de piel que cada una tiene, y usar cremas para el tratamiento localizado. Del mismo modo, se debe prestar mucha atención al cuidado diario que le damos a nuestro rostro, no solo por querer reducir el problema, sino también para evitarlo.

Otro punto a tener en cuenta, es la limpieza que le damos a las mascarillas: si estas son de algodón, es necesario hacerles una limpieza frecuente y si son las sintéticas, estas deben ser de uso diario, pues estas se humedecen rápidamente y pueden acumular bacterias que empeoren tu problema.