¿Cómo saber si un huevo está contaminado con la bacteria de la Salmonella?

Chicas, estoy segura de que la mayoría de nosotras suele planear su semana a través de organizadores y compras que hacen los días que están libres. El trabajo, los compromisos y nuestra propia familia puede hacer que sea muy corto el tiempo que tengamos, es por ello que muchas de nosotras buscamos un día en específico para ir a llenar las despensas.

Esto, aunque tiene adeptos y detractores, es una de las rutinas de vida más comunes entre las personas, pero también puede tener algunas desventajas de acuerdo a diferentes tipos de problemas, siendo uno de los principales el hecho de que algunos elementos se descompongan o que de lleno no lleguen hasta la próxima vez que vayamos al supermercado.

Y si lo llevamos a ese lado, queda claro que los elementos que usamos en nuestro desayuno deben ser de los más frescos, ya que tal y como indica el dicho, “es la comida más importante del día”. Sea que comencemos con tostadas, pan, café o jugos, hay una pieza que siempre va a estar en al menos uno de nuestros desayunos y ese es el huevo, que al parecer podría tener en algunos casos la bacteria salmonella.

Incluso cuando los hayamos comprado hace poco o sintamos que están frescos y sin ninguna rajadura, los huevos pueden contener esta bacteria sin que nos hayamos dado cuenta a primera impresión. Todo esto se debe a que algunas gallinas infectadas pueden producir huevos que contienen el patógeno antes de que la cáscara se forme siquiera.

Pero, ¿cómo puedo saber si un huevo está infectado de Salmonella? 

Para empezar, debemos descartar cualquier huevo que tenga la cáscara rota. Sin embargo, el indicio mayor de que existe la bacteria es si al abrirlo la yema tiene una consistencia demasiado líquida. Uno de los trucos domésticos para saber si un huevo se encuentra en las condiciones perfectas es introducirlo al agua antes de cocinarlo.

Si se hunde, esto será un indicador de que está en buen estado, mientras que si flota, se tratará de un huevo que está cerca a su fecha final de consumo preferente. Recuerda que este truco solamente sirve para los huevos que se van a consumir al instante y no para aquellos que vas a guardar en la nevera.