Estas son las 4 cosas que hice en dos meses para bajar de peso sin hacer dieta

Hasta hace dos años, pesaba más de 100 kilos y mi pantalón era talla 40. No sabía qué hacer. Me sentía mal, insegura, triste, y muchas cosas más que son muy difíciles de explicar.

Gracias a Dios, ni en el colegio ni en la universidad me hicieron bullying. Era gorda, sí, pero mis amigos y mis amigas no me dejaron de lado por serlo. Siempre estaré agradecida por eso.

Juro que toda la vida intenté hacer dieta pero jamás lo logré, me frustraba la idea de pensar que no podía bajar de peso ni comiendo sano. No sé, veía una verdura y me asqueaba.

Mis padres y mis hermanos me apoyaban pero no era igual, yo misma debía estar comprometida en querer ayudarme. Sin embargo, no lo haría hasta que me sucediera algo.

Un día, sentí mucha presión en el pecho y cuando me llevaron al doctor, me dijeron que estaba a punto de tener un infarto. ¿Puedes creerlo? Si llegaba un minuto después a la clínica, moría.

Sentí que la vida me estaba dando una nueva oportunidad, es por eso que decidí cambiar mi alimentación. Seguro pensarás que empecé con la típica dieta de las ensaladas.

La verdad es que no fue así. Comía normal todos los días, con la diferencia que incluía de todo en mi plato: estaba distribuido en carbohidratos, carne, proteína y legumbres.

Tomaba dos litros de agua diaria, al principio fue difícil porque estaba acostumbrada a comer bastante grasa, pero poco a poco fui acostumbrándome. Así llegué a pesar 56 kilos y mi pantalón ahora es talla 28.

¿Ves que sí se puede? Solo es cuestión de compromiso y de tener las ganas de querer hacerlo, no por un tema de estética sino de salud. Te contaré qué es lo que hice para bajar de peso sin hacer dieta:

 

 

1. Comencé a nutrirme bien

Después de tantos años me di cuenta que comía bastante por el simple hecho de que mi cuerpo no tenía las suficientes vitaminas y minerales para sentirse satisfecho. Para saciar mi hambre comía chocolates, papas fritas, nuggets y eso hacía que me ensanchara más.

Por eso, empecé a comer pescado, que es rico en omega 3.

 

 

2. Tengo una vida más sostenible

Ya no iba al supermercado a comprar verduras ni frutas, hice mi propio huerto en el patio de mi casa, es más natural. En los super inyectan a los alimentos para hacerlos madurar más rápido.

 

 

3. Pude desintoxicar mi cuerpo

Después de comer tanta grasa, mi cuerpo estaba intoxicado. Por eso, tomaba agua con limón en ayunas para liberar todas esas toxinas que me estaban afectando seriamente.

 

 

4. Preparé mi rutina de ejercicios

Como sabrás, bajar de 100 kilos a 56 hace que la piel se ponga cuajada. Es por eso que sin necesidad de ir al gym, preparé mi propia rutina de ejercicios desde cardio a planchas.

 

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