¿Por qué es bueno tomar la placenta?

Desde hace tiempo se viene hablando sobre si consumir la placenta en bebida o en cápsulas es beneficioso para la madre, sin embargo, hasta el momento no hay algo al 100% certificado por los médicos.

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Desde hace tiempo se viene hablando sobre si consumir la placenta en bebida o en cápsulas es beneficioso para la madre, sin embargo, hasta el momento no hay algo al 100% certificado por los médicos.

Seguro habrás visto o leído que muchas celebridades han comido su placenta luego de dar a luz. Por ejemplo, una de ellas es Kim Kardashian, su hermana Khloé siguió sus pasos, la actriz mexicana Rosie Rivera se unió a esta moda, hasta la recordada Hilary Duff quiso hacerlo también.

Desde hace tiempo se viene hablando sobre si consumirla en bebida o en cápsulas es beneficioso para la madre, sin embargo, hasta el momento no hay algo al 100% certificado por los médicos. No obstante, hay mujeres que lo hacen, por ejemplo, una señora declaró para el medio Daily Mail lo siguiente:

"Cuando me lo tomé me sentí con más energía, concilié mejor el sueño. También me hizo sentir mejor en cuanto a mis hormonas. Creo que tomar placenta puede incluso ayudar a aquellas madres que pasan por una depresión post parto".

Quizá sea cierto ya que muchas mujeres entran en este cuadro de estrés luego de dar a luz. De acuerdo con el artículo publicado en la revista Archives of Women’s Mental Health, asegura que los beneficios que trae comer la placenta es que mejora el vínculo de madre e hijo.

Como te comenté no hay un estudio científico que nos diga verdaderamente qué es lo que ocurre en la mujer luego de haberla consumido o nos dé un número exacto de las ventajas que parece aportar. Para esto, la doctora Crystal Clark, una psiquiatra y profesora de asistencia reproductiva de la Northwestern University Feinberg School of Medicine, quien participó en el estudio, contó la experiencia en su investigación:

“Yo había empezado a tener más pacientes postparto y embarazadas que preguntaban si las cápsulas de placenta interferirían con los antidepresivos que estaban tomando (o que piensan que probablemente tomarían después del parto) para la depresión postparto”.

La especialista aseguró que no había escuchado hablar de estas famosas pastillas ni mucho menos de los supuestos beneficios que tiene, así que decidió nutrirse de información para que sus pacientes no crean todo lo que dice internet si no es consultado antes por un ginecólogo:

“Cuando me enteré de esto, mi pensamiento fue ‘¿qué es la cápsula de la placenta?’. Eso realmente me hizo pensar acerca de esto y cómo puedo informar a mis pacientes sobre los beneficios y riesgos”. Lo que encontró no fue pro ni contras, solo no vio ningún dato para rescatar.

Al notar que más mujeres se interesaban en tomarlas o beberlas en jugos, la doctora junto a su colegas decidieron hacer una investigación exhaustiva de la placentofagia, nombre científico de la placenta. Encontraron documentos que datan desde 1950 ya que desde esa fecha comenzó a utilizarse.

Como encontraron documentos académicos relacionados al tema, se dieron cuenta que es posible que sí tenga beneficios ya que de acuerdo a ese estudio, el 84% de las féminas se encontraba "bien" después de haberla tomado y "muy bien" en cuanto a producción de leche.

Sin embargo, después de revisar bien los resultados, se percataron que no habían puesto las consecuencias de ingerirlas. Luego, en una encuesta realizada en Internet en el 2013, el 40% de las mamás, mejoraron su estado de ánimo y la razón principal fue alimentarse de su placenta.

Para hacer más creíble su estudio, la doctora Clark contó la experiencia que vio en el laboratorio. Notó que las ratas, después de haber dado a luz, comían su placenta ya que eso las aliviaba y parecían no se sentir tanto dolor después del parto.

La especialista no está en contra de que las mujeres tomen cápsulas con su placenta o las beban, respeta la decisión de todas las personas que lo hagan, aclara que su función es hablar con la verdad sobre lo que ha estudiado:

“Yo solo les informo que tal vez no obtendrían nada, pero sin duda es su elección. Sin embargo, no recomendaría en este momento que una mujer renuncie a sus cápsulas de hierro o antidepresivos u otros tratamientos para los que hay evidencia de beneficio”.

Sarah Moore, una consejera independiente y educadora de parto perinatal en Brooklyn, Nueva York, es una de las persona que hacen las cápsulas de placenta. Cuesta alrededor de 275 dólares dependiendo de cuántas sean, ya que varían entre 30 a 200.

Como también hace clases de parto, les comenta a las mujeres sobre esta nueva moda que puede ayudarles a tomar mejor el post parto y no les sorprenda la depresión que puede darse en ese tiempo: “Ha habido algunas celebridades que hablan al respecto y un buen número de artículos en revistas y grupos de crianza en línea que observan a las madres”.

Sarah les recomienda tomar dos cápsulas dos veces al día por tres semanas para que el resultado sea beneficioso. Además, contó cómo es el proceso para volverlos en tomas: "Consiste en cocer al vapor el órgano, deshidratarlo hasta que sea realmente crujiente, casi como carne seca, aplastarlo para hacerlo polvo y ponerlo en cápsulas de gel".

Asegura que a pesar de tener varios ingredientes, las cápsulas no tienen ningún sabor. ¿Te animarías a probar de tu propia placenta?

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