Famosa regla holandesa del 3-30-300 para aumentar la felicidad
Es una nueva tendencia que se busca implementar en diferentes partes del mundo.
Es una nueva tendencia que se busca implementar en diferentes partes del mundo.
Amigas, estoy segura de que a lo largo de nuestra vida, más de uno de los adultos con los que hemos crecido nos ha dicho la importancia de “desconectarse” de muchas de las prácticas que hoy en día son parte de nuestra rutina. Actividades como ver televisión, estar en la computadora o en el celular son parte de una constante interacción con este tipo de artefactos electrónicos.
Y aunque muchos lo utilizan como parte esencial de su trabajo y de la comunicación con las personas de nuestro entorno, es importante tener en cuenta que debe existir un momento en el que podamos dejar todo esto de lado y tener un momento a solas no solo con nosotras mismas, sino con la naturaleza que nos rodea, un punto clave que seguramente no estamos teniendo en cuenta a la hora que pensamos en “relajarnos” y es a partir de ello que aparecen reglas como la que te vamos a presentar
¿Qué es la regla 3-30-300?
Bueno, esto se trata de un enfoque innovador promovido por el profesor holandés de ecologización urbana y silvicultura, Cecil Konjinendijk, que busca relacionar de manera más directa la naturaleza en los entornos urbanos para mejorar la salud mental de los ciudadanos, así como la de su propio bienestar.
El nombre nace desde su propio planteamiento, ya que él dice que la clave está en que cada persona puede visualizar al menos tres árboles desde su casa, contar con un 30% de cobertura vegetal en su barrio y vivir a menos de 300 metros del parque o espacio verde más cercano.
Y es que de acuerdo con un estudio realizado por el Instituto de Salud Global (ISGlobal) de Barcelona, vivir cerca de espacios verdes puede reducir significativamente los problemas de salud mental de las personas. Algo que termina validando la postura del profesor inglés y su hipótesis.
Este método está diseñado para desarrollarse de manera sencilla, pero en grandes ciudades es bastante complicado, ya que es en estas grandes urbanizaciones que no se le presta mucha atención a las áreas verdes y en algunos casos son reemplazadas por edificios o centros comerciales.
No se trata de algo que pueda aplicarse en todo el mundo, pero las evidencias demuestran que esto puede llegar a ser bastante beneficioso para los ciudadanos, quienes en su día a día utilizan instalaciones de cemento y construcciones frías, pero que de vez en cuando necesitan desconectarse de ello para vivir una experiencia más cercana con la naturaleza.