¿Cuáles son las diferencias entre comer de manera consciente y comer de manera intuitiva?
Se trata de dos prácticas que se han vuelto muy populares en los últimos meses.

Se trata de dos prácticas que se han vuelto muy populares en los últimos meses.
Chicas, hablar sobre hábitos sanos va más allá de realizar ejercicio todos los días o limitarnos a comer solamente los alimentos recomendados. Para mantener un estilo de vida saludable, todo lo que está a nuestro alcance debe ser regulado a partir de los beneficios que nos pueden otorgar ciertas prácticas.
En el caso de la alimentación, mantener una dieta con pocos carbohidratos y muchas verduras parece no ser suficiente, ya que en el último tiempo dos prácticas se han vuelto muy populares entre las personas, las llamadas alimentación consciente e intuitiva, actividades que tienen un enfoque mucho más holístico centrado en la relación con la comida y cómo es que nuestro cuerpo emite señales para alimentarnos. De acuerdo con diferentes estudios, estas prácticas no solo consisten en generar un equilibrio en la alimentación, sino que también tiene efectos positivos en la salud física y mental, de acuerdo con diferentes estudios.
¿Qué es la alimentación consciente e intuitiva?
Aunque puede que tengan puntos muy similares, ambas tienen enfoques completamente distintos. En el caso de la alimentación consciente, implica prestarle atención plena a cada aspecto de la comida, desde el sabor hasta la textura y los aromas, sin distracciones externas como lo pueden ser el teléfono o algún programa en la televisión. El propósito es estar enfocado en el momento de comer, masticar despacio y notar cómo es que el cuerpo reacciona ante esto, lo que ayuda a evitar comer en exceso por impulso o distracción.
Mientras que por el lado de la alimentación intuitiva, este concepto se volvió popular entre los nutricionistas desde 1995 y se basa en escuchar y confiar en las señales naturales que emite el cuerpo para decidir qué, cuando y cuánto comer. Esto implica omitir las reglas de la cultura de la dieta y centrarse en lo que el cuerpo necesita, permitiendo comer hasta sentirse satisfecho, pero no llegando al punto del exceso.
Ambos enfoques promueven un vínculo mucho más relajado entre las personas y su alimentación, en lugar de enfocarse en la restricción o el control del peso, solo buscan satisfacer sus necesidades básicas de acuerdo a lo que el cuerpo les solicita. Obviamente, si estás buscando emplear alguna de las dos, lo recomendado sería que acudas previamente con un nutricionista para que te oriente de una manera particular.